Madrid es la ciudad elegida por Uber para estrenar su nuevo servicio de patinetes eléctricos Jump. Con una flota de 566 patinetes distribuidos por la capital, la empresa aterriza como una de las más baratas entre sus competidoras, con una diferencia de 3 céntimos menos respecto a la tarifa habitual en este servicio.
La tasa ordinaria para esta prestación, ofertada por compañías como Voi Scooter, Ufo, Bird o Wind, entre otras, es la siguiente: un euro para desbloquear el patinete y 15 céntimos por cada minuto de uso. Por su parte, Jump también exige un euro para desbloquear el aparato, pero el minuto cuesta 12 céntimos. Tres céntimos menos que el resto de compañías; por lo que convierten a Uber en una de las empresas que ofrece tarifas low cost de este servicio.
Además, como contraoferta a los bonos especiales de uso que disponen compañías como Eskay (tres horas por 20 euros, seis horas por 30 euros y un bono prepago de 140 minutos por 21 euros) Uber ofrece 10 minutos gratuitos durante el primer mes.
“Aunque la diferencia de precios no sea muy grande, yo prefiero ahorrarme tres céntimos si puedo”, señala a MERCA2 un usuario habitual de patinetes, quien señala que le parece “muy buena” idea que Uber se introduzca en este servicio, porque es una empresa “barata, conocida, segura y pensada para la gente joven”.
Uber ofrece uno de los servicios más económicos para el uso de patinetes eléctricos
Para poder usar el servicio de patinetes eléctricos de Uber, hay que descargarse la aplicación. Dentro de la app, hay que seleccionar la opción “patinete” en el menú desplegable de la parte superior de la pantalla de inicio. Después, se mostrarán los patinetes disponibles próximos a tu ubicación para su uso o reserva.
LIME, DE NUEVO A LA CARGA
A finales del año pasado, el Ayuntamiento de Madrid ordenó la retirada de los patinetes eléctricos debido al limbo legal en el que se encontraban. A falta de una regulación concreta, Carmena decidió prohibir este servicio en la capital para evitar accidentes, y muchas compañías se vieron obligadas a retirase de la capital.
Una de las empresas afectadas por esta prohibición fue Lime, pionera en ofrecer este servicio en la ciudad, y de las primeras que se vieron obligadas a retirar sus patinetes eléctricos. Para pena de sus usuarios, que según Álvaro Salvat, director general de Lime España, usaban el aparato para conectar con el transporte público ahorrando tiempo de una forma sostenible.
No obstante, tras la regulación en la Ordenanza de Movilidad Sostenible, que entró en vigor el pasado 24 de octubre, en Madrid se han concedido 18 autorizaciones a servicios de alquiler de patinetes eléctricos (Acciona, Eskay, Voi, Taxify, Scoot, Koko, Ufo, Rideconga, Flash, Mobike, Ari, Tier, Alma, Lime, Motit4u, Wind, Jump Uber, SJV Consulting). Así, empresas como Lime han vuelto a la carga. Y más fuerte que nunca, pues se ha extendido con 200 patinetes más en Rivas.
Además de regular el funcionamiento de estas compañías, la Ordenanza de Movilidad Sostenible también incluye -con el fin de evitar accidentes- la prohibición de circular por la acera, carriles bus, calles con más de un sentido y por accesos y tramos sin semáforos de la M-30.