El pasado viernes, y tras un polvorín de polémicas durante años, el Gobierno de Pedro Sánchez dio luz verde al real decreto (RD) que legisla sobre el autoconsumo eléctrico. Atrás quedan los años de “impuestos al sol” e indefinición jurídica. Ahora se abre un frente con expectativas y también dudas. Lo importante para el futuro Ejecutivo -del color que venga- será afianzarse en lo primero y despejar lo segundo.
Hasta ahora el autoconsumo ha estado muy asociado, sobre todo, a las viviendas unifamiliares y, en cierto modo, para personas con cierto nivel adquisitivo. Sobre todo por el importante volumen de inversión que se necesita para tener una infraestructura adecuada; además de los peajes adicionales de enganche a la red que se debían pagar.
Pero todo eso se incorpora al pasado. Por eso, desde la Fundación Renovables han recibido con satisfacción la aprobación del RD 244/2019 por el que se regulan las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo de energía eléctrica. De esta forma, desde la organización estiman que el reconocimiento del derecho al autoconsumo colectivo coloca al consumidor en el centro del sistema y brinda a las ciudades mayores posibilidades de autonomía, desarrollo y autosuficiencia.
Una de las cuestiones que más destaca Fundación Renovables es que los consumidores tengan la capacidad de comprar, generar, vender y almacenar energía eléctrica. Así, tras la eliminación del “impuesto al sol” este es uno de los grandes pasos que alinea a nuestro país con el resto de la Unión Europea y a nuestra legislación con la Directiva de Renovables y la nueva Directiva de Diseño de Mercado Eléctrico, que supone un avance en la participación de los ciudadanos con la incorporación de la necesidad de asignar proyectos a comunidades energéticas de generación y de la exigencia de implementar, de manera profusa, el autoconsumo.
EL AUTOCONSUMO ANTE SU REALIDAD LEGAL
Una cuestión fundamental que trae consigo esta reformulación del autoconsumo es una mayor seguridad jurídica, tanto en los pasos de instalación, como en lo que concierne al bolsillo de los usuarios.
Así, desde Fundación Renovables celebran el desarrollo prioritario del autoconsumo como un derecho que debe regularse de manera adecuada sin trabas jurídicas ni administrativas ya que es un elemento esencial para empoderar al consumidor y convertirlo en un sujeto activo y central del sistema energético.
Además, insisten en que el autoconsumo es un instrumento básico para la gestión de la demanda, efectivo para evitar la reducción de pérdidas, diversificador de los agentes del sector energético y un pilar básico del triángulo eficiencia, autoconsumo y movilidad sostenible.
Por eso, también recalcan que el desarrollo del RD 244 requiere la aprobación cuanto antes del Real Decreto de Acceso y Conexión a la red eléctrica, así como la reforma profunda de la regulación del funcionamiento del sistema eléctrico con el fin de dotar a los consumidores de una señal precio transparente y finalista en función del servicio realmente recibido.