jueves, 12 diciembre 2024

El alquiler de viviendas no entiende de ricos y pobres

Los precios del alquiler registrados en el Norte y en el Sur de Madrid no guardan grandes diferencias. A pesar de lo que pudiera parecer, las desigualdades entre estas dos zonas en el arrendamiento no son tan grandes como pudiera parecer. Sin embargo, en el precio de compra sí existen estas discrepancias.

«Piso con 90 metros cuadrados, tres habitaciones, recién amueblado. Precio 1.100 euros al mes». Este es un anuncio que se puede encontrar en uno de los portales inmobiliarios más importantes a nivel nacional. En este caso, el inmueble está situado en el distrito de Carabanchel, al Sur de la capital. Pero lo curioso es que el cliente puede encontrar un piso de las mismas características -tres habitaciones. 90 metros cuadrados y recién amueblado- en Tres Olivos, en el distrito de Fuencarral, al Norte de Madrid.

Este ejemplo no es un hecho aislado. La realidad es que el cliente puede encontrar inmuebles de similares características por el mismo precio tanto en las llamadas zonas más ricas de Madrid -el Norte- como en las más desfavorecidas -casi siempre ubicadas en el Sur-. El dato demuestra que el alquiler vive en una realidad alejada de otros termómetros de la vivienda como el precio de compra. Cada uno vive su propia historia y en este caso sí existen grandes diferencias.

Con respecto al Centro, los precios sí presentan un ligero incremento, aunque no muy pronunciado. Diferencias que oscilan entre los 200 y los 400 euros. Por ejemplo, un piso de tres habitaciones y 90 metros cuadrados en el barrio del Retiro puede ser arrendado por 1.300 euros, según anuncios encontrados en los portales inmobiliarios en internet.

Al final, el alquiler es el mismo para las zonas ricas y las zonas pobres. El arrendatario no hace amigos en este sentido y no entiende de Norte, Sur o Centro. Una situación a la que se ha llegado por distintas razones y factores. Uno de los más importantes es el que tiene que ver con la masificación de la capital. Desde la aparición de la crisis, hubo una gran cantidad de migración hacia el centro de la península en busca de una oportunidad laboral. Años más tarde, Madrid es una ciudad saturada en la que existe una gran demanda de vivienda sin resolver.

El arrendatario no hace amigos en este sentido y no entiende de Norte, Sur o Centro.

Esta masificación unida al factor de la comodidad ha hecho también que los precios del alquiler no guarden diferencias según la zona dónde se encuentren. ¿Por qué? Porque los trabajadores suelen buscar un piso cerca de su puesto laboral. En este caso muchos lo han hecho en el Centro y el Norte de la capital, donde se concentran mayores ofertas de trabajo. Pero claro, ¿qué ocurre cuando ya no cabe más gente en estas zonas? Sencillo, se buscan alternativas y estas opciones han aparecido en el Sur y en la periferia de Madrid.

La demanda ha migrado hacia distritos como Villaverde, Carabanchel e incluso a otros municipios cercanos a Madrid como Coslada, Alcalá de Henares o Torrejón de Ardoz. En estos lugares el precio del alquiler ha aumentado por la fuerte demanda y la escasa oferta en las zonas del Centro y el Norte. Este incremento en el precio final ha significado que los precios se igualen entre zonas.

NO SUELO, NO ‘PARTY’

Otro de los factores que ha influido es la falta de suelo. Esta deficiencia se traduce en una ausencia de obra nueva y por lo tanto en una merma de la oferta de alquiler. En este sentido, el Sur tiene más margen que el Norte, porque cuenta con una gran bolsa de suelo que está a la espera del desbloqueo judicial. Unos terrenos donde se levantarán más de 100.000 viviendas y que pueden resolver el problema de los altos precios del arrendamiento.

También se puede hablar del turismo como otras de las razones que ha equilibrado la balanza de precios del alquiler entre zonas. En este sentido, destacan los 7,1 millones de visitantes extranjeros que visitaron la Comunidad de Madrid en el año 2018, según datos del INE. Turistas que en multitud de ocasiones se hospedan en pisos turísticos -existen 10.500, según datos del propio Ayuntamiento de Madrid-. Unos inmuebles estos que en su gran mayoría se encuentra en el Centro y en el Norte de la capital por razones obvias: comodidad, cercanía a lugares turísticos, oferta de ocio y de restauración… De este modo, los visitantes extranjeros ‘expulsan’ a los interesados en un alquiler de larga duración a otras zonas como el Sur de Madrid.


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