Una reducción de su capital social de 126,4 millones de euros. ¿Cómo? Reduciendo el valor nominal de sus acciones, que pasarán de 10 céntimos a un céntimo de euro. ¿Para qué? Para restablecer el equilibrio patrimonial de la sociedad. ¿Quién lo ha decidido? El consejo de administración de Deoleo.
Según el informe anual que la empresa ha enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), esta propuesta será la que dicho consejo presentará a la junta general de accionistas que la compañía celebrará el próximo 3 de junio.
La reducción del valor nominal de sus acciones pasará de 10 céntimos de euro a un céntimo de euro
¿Cuál es el objetivo? Que una vez se apruebe dicha operación, el capital social del fabricante del conocido aceite Carbonell se sitúe en 14,04 millones de euros. De esta manera, Deoleo superará la causa de disolución y podrá continuar con su estrategia centrada en crear valor en el sector del aceite de oliva. Para conseguirlo cuenta con una liquidez superior a los 74 millones de euros.
En este caminar, Deoleo ha elaborado un nuevo plan de negocio “acorde a las nuevas expectativas de crecimiento del grupo”. De la mano, y para no ir solo, ha solicitado la asistencia de un experto independiente para que valore todas y cada una de las unidades generadoras de efectivo definidas para la realización del test de deterioro.
Durante el pasado ejercicio, Deoleo tuvo un deterioro de sus activos de 201 millones de euros debido a la mala evolución de las operaciones en los mercados del aceite de oliva. Sus resultados en 2018 fueron negativos: pérdidas de 291 millones de euros, lo que les hizo entrar en causa de disolución.
DIMISIONES EN DEOLEO
Fruto de ese deterioro, Deoleo comunicó al mercado que necesitaba reequilibrar su situación patrimonial. Lo hizo porque así estaba recogido en el artículo 363 del texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital.
Una vez superado este momento de crisis, la dirección de Deoleo sigue analizando otras medidas que añadir a la ya comentada reducción de capital, y cuyo fin no es otro que sanear la situación patrimonial de la compañía.
La situación llegó a ser tan caótica que su presidente ejecutivo, Miguel Ibarrola López, presentó su dimisión a finales del mes de marzo alegando motivos de salud. Por tanto, sólo estuvo en el cargo durante tres semanas, tras haber sido el relevo del italiano Pierluigi Tosato. Otro abandono posterior fue el de Daniel Klein, en su caso, por motivos personales.