Las empresas de telecomunicaciones en Europa viven desde hace meses con una obsesión: la competencia dentro del sector se ha vuelto feroz. Reducción de márgenes, menos ingresos, ofertas agresivas, baja rentabilidad por cliente y, con esa mezcla, vuelta a empezar. Un ejemplo se ha visto esta semana con la publicación de los resultados financieros de la francesa Iliad. Algo que la española MásMóvil debería evitar.
Se puede concluir que ambos operadores, uno en Francia e Italia; y el otro en España, han sido los grandes agitadores del mercado durante el último año. Debido a su atractiva política de precios, los grandes del sector han tenido que reformular sus propuestas. El problema es que, eso mismo, les ha terminado por explotar en la cara.
En este contexto, Iliad ha reportado un recorte en los ingresos del 1,9% en el último ejercicio. Aunque lo más relevante son las explicaciones sobre su actual situación. Por un lado, en Italia, ha tenido que replantear sus agresivas promociones y los chorreos de datos con los que, desde el pasado mes de mayo, inundaba a los usuarios italianos. En su región natal, Francia, la situación ha sido a la inversa. Modificó sus tarifas e intentó generar más valor con ofertas convergentes más caras. Esto le llevó a perder cerca de 100.000 clientes en los primeros seis meses de 2018.
Todo ello ha llevado consigo un importante aumento de la deuda, debido a las inversiones realizadas para aterrizar en Italia; y ahora le ha obligado a replantearse la venta de activos. En concreto medita la creación de una filial para agrupar sus torres y ponerlas a la venta. Se trata de 5.700 emplazamientos de los que pretende deshacerse para recomponer parte de su deuda.
Además, hay que añadir que Iliad cotiza en estos momentos en mínimos desde hace 8 años. Esto refleja la preocupación de sus inversores con la capacidad de generar efectivo de caja. Todo ello sumado, como ese mantra que señalamos, a la presión competitiva del mercado que, lejos de reducirse, se espera que siga aumentando.
MÁSMÓVIL Y EL MERCADO REPLICADO
En Francia, Iliad se sentía muy cómodo con la competencia de SFR, Bouygues Telecom y Orange. Estos apretaban en el mercado de alto valor, mientras que ellos se dedicaban a la caza de los demás clientes. Pero en un momento dado, los grandes operadores, incluyendo el incumbente galo, empezaron a atacar todos los segmentos de precio. Y ahí empezó el problema para Iliad.
¿Puede suceder todo esto con MásMóvil? En primer lugar hay que señalar que, por ahora, el grupo dirigido por Meinrad Spenger no ha mostrado voluntad de moverse a otros mercados. En concreto, el operador amarillo se encontró con diversos proyectos de internacionalización de Pepephone. México y Colombia eran los lugares que tenía cerrado el operador de puntos rojos para expandir su negocio. Pero tras la absorción por parte de MásMóvil eso ha caído en el olvido. Así, la última vez que la compañía habló claramente sobre la situación fue en 2016. Entonces dejaban claro que salir fuera de España no era una prioridad. Ahora parece que tampoco lo es para sus nuevos dueños.
Por tanto, ese es un problema que se ahorra MásMóvil. En cuanto a la presión del mercado y la competencia, eso es igual. De hecho, tras los últimos bandazos corporativos de Vodafone España, donde están llevando a cabo un ERE para aligerar la estructura de plantilla, el operador rojo asegura que competirá con más fuerza en todos los segmentos, incluyendo el de medio valor. Justo donde MásMóvil estaba sacando más rédito teniendo en cuenta que todavía no tienen ofertas premium con televisión.
MásMóvil, por ahora, no se ha planteado ir a otros mercados lejos de España
Por lo que respecta a sus ofertas y promociones, lo cierto es que los amarillos no han llegado a ser tan agresivos como Iliad en Italia, donde han llegado a ofrecer 50 GB en el móvil por 8 euros. Ahora bien, los costes en inversión están elevando poco a poco a la deuda, aunque desde la compañía aseguran tener todo bajo control. Además, siguen teniendo de cara la captación de clientes, por lo que de momento no ofrecen síntomas similares a los franceses.
En cuanto a su valor en Bolsa, los accionistas muestran su confianza, y el valor se ha estabilizado en los últimos meses. Y eso que la compañía siempre anda inmersa en la rumorología sobre la posible compra de Euskaltel. Pero no solo eso. Desde que las voces sobre una mayor consolidación en el sector son una evidencia, los amarillos están en todas las quinielas para moverse hacia algún lado.
En todo caso, por ahora las similitudes entre Iliad y MásMóvil parecen reducirse a que ambos han agitado sus respectivos mercados en los últimos meses. A unos la ambición les ha pasado factura. A los otros habrá que valorarles dentro de un año.