Los hombres están menos dispuestos a recurrir a las técnicas de reproducción asistida: el 25,2 por ciento de ellos no lo haría, mientras que, entre las mujeres, el porcentaje desciende al 17,5 por ciento. Es uno de los titulares de la “Encuesta Merck: los Hombres y la Fertilidad”, que la compañía ha hecho pública coincidiendo con el Día del Padre.
Realizada por la consultora GAD3, durante el pasado mes de febrero, en la muestra han participado 1.015 encuestados en edad fértil entre 18 y 25 años. El 60 por ciento, hombres y el 40 por ciento, mujeres. Entre otros, el sondeo realizado por la compañía de ciencia y tecnología aporta información sobre temas como el cuidado de la salud reproductiva, el deseo de tener hijos o la intención de recurrir a la reproducción asistida.
Los resultados de la muestra indican que el 66% de los hombres quiere ser padre. Prefiere hacerlo entre los 30-34 años, frente a los entre 25 y los 29 de las mujeres. Entre los sondeados, 9 de cada 10 hombres basan su decisión de tener hijos en el instinto paternal. La estabilidad laboral, el apoyo de un cónyuge y disponer de recursos económicos, son los motivos que alegan para decidirse a ser padres.
“El instinto paternal existe, aunque sea menos evidente que el de la mujer, porque se habla menos de él. Hoy en día, que los hombres confiesen su deseo paternal empieza a considerarse un valor socialmente positivo”, señala Estefanía Pereira, coach de Fertilidad de la Clínica Fertility Madrid.
PROBLEMAS DE AUTOESTIMA
En el caso de tener problemas para tener hijos (una situación que afecta al 15 por ciento de las parejas en edad fértil de España) el 42 por ciento de los hombres preferiría no comentarlo en su entorno: ni con su familia, ni con sus amigos.
Además, el 51 por ciento sentiría afectada su autoestima. Fundamental, explica Estefanía Pereira, la ayuda de un psicólogo para gestionar los “altos niveles de estrés, ansiedad, tristeza y frustración” que provoca una situación que también “genera un grandesgaste en la pareja, debido principalmente a las discrepancias en la toma de decisiones y al coste económico que puede suponer afrontar este problema”.
Ante esta realidad, el sondeo muestra que, el 37,4 por ciento de los hombres encuestados nunca o casi nunca visita a su médico especialista y 9 de cada 10 reconocen que no se ha realizado nunca un estudio reproductivo (un procedimiento mediante el cual se valora la calidad del semen, analizando el número, la movilidad y la forma de los espermatozoides).
PREJUICIOS SOBRE INFERTILIDAD
A la hora de pedir ayuda médica ante una dificultad reproductiva, el 29 por ciento no sabría a qué especialista acudir. Entre quienes aseguran saberlo, el 34 por ciento señala que iría a un ginecólogo. La encuesta revela, apuntan desde Merck que sigue existiendo una alta asociación de la infertilidad con la mujer.
Otro dato sorprendente es que el 35 por ciento de los hombres considera que hay mayor proporción de mujeres infértiles que de varones en esa situación. Un prejuicio que desmonta Isabel Sánchez Magro, directora Médico de Merck: “Hoy sabemos que las causas que desencadenan la infertilidad están presentes de manera similar en hombres y mujeres, teniendo origen masculino en el 30 por ciento de las parejas con problemas para tener hijos, femenino en otro 30 por ciento y combinado en el 25 por ciento de los casos”. El 15 por ciento restante, puntualiza Sánchez Magro, se debe a causas desconocidas, puntualiza.
EL TABÚ DE LA REPRODUCCIÓN ASISTIDA
La muestra publicada por Merck desvela que uno de cada cuatro hombres rechazaría la opción de recurrir a la reproducción asistida si tuviese problemas para tener hijos de manera natural. Curiosamente, entre quienes sí elegirían esta opción, llama la atención que piensan en pedir ayuda antes que las mujeres si no se produce el embarazo de forma espontánea.
Según explica la doctora Sánchez Magro, el factor determinante para saber cuándo pedir ayuda médica es la edad de la mujer. Si ella tiene menos de 35 años, la recomendación es esperar un año. Si tiene 35 o más años, este plazo se acorta a la mitad: seis meses.
Los tabús vuelven a estar presentes cuando a los encuestados se les pregunta si estarían dispuestos a comentar entre sus allegados que recurrieron a la reproducción asistida: el 34,6 por ciento de los hombres preferiría no comentarlo.
TRABAJO POR HACER
Por otro lado, el sondeo indica que el 60 por ciento de los hombres rechazaría la opción del donante de semen (frente al 44 por ciento de las mujeres). “Psicológicamente, es más fácil gestionar una donación de óvulos que de semen, debido a que en la de óvulos la mujer sigue participando de forma activa en el proceso, la gestación y el parto, mientras que en la de semen la participación del hombre se ve limitada hasta el momento del nacimiento del bebé”, aclara Estefanía Pereira.
Las cifras, según la doctora Sánchez Magro, demuestran “que todavía hay mucho trabajo por hacer para que estos temas se aborden con naturalidad y se normalicen en la sociedad, especialmente en el caso de los hombres”.