El gigante español del aceite Deoleo, propietario de Koipe y Carbonell, ha registrado pérdidas récord por valor de 291 millones de euros el pasado año después de haber efectuado provisiones millonarias por el deterioro de su negocio en el mercado de aceite de oliva en Estados Unidos e Italia.
El saneamiento ascendió a 201 millones, de los que 111 millones corresponden a las actividades en el mercado estadounidense, según el detalle de cuentas facilitado hoy por la compañía, donde explica que la provisión es fruto de un test de deterioro que efectuó en el tramo final del año.
Como consecuencia, Deoleo ha entrado en causa de disolución y, según admite la empresa, «debe reequilibrar su situación patrimonial de acuerdo con lo establecido en la Ley de Sociedades de Capital». El patrimonio neto de la firma es positivo (27 millones de euros), pero se sitúa por debajo de la mitad del capital social.
Según la compañía, el deterioro registrado supone «un ajuste meramente contable que no tiene impacto sobre la situación financiera del grupo», que al final del ejercicio ha reducido su deuda financiera neta en 5 millones y que, tras la ampliación de capital y de su línea de financiación sindicada, cuenta con 74 millones de liquidez.
En cuanto al negocio, las ventas de Deoleo fueron de 605,5 millones de euros, un 12,5% inferiores a las del año anterior por la caída de precios derivada de la evolución de las cotizaciones de materias primas y por los menores volúmenes comercializados.
El ebitda ajustado (resultado bruto operativo), sin tener en cuenta costes y ajustes extraordinarios, fue de 15,4 millones de euros, un 50,7% menos que en el ejercicio anterior. La deuda financiera neta se situó en los 556 millones de euros, un 1% menos que en 2017.
