Si sobre el físico de la Reina Letizia se han escrito ríos de tinta, no muchos menos se han volcado sobre su sonado temperamento. Una mujer fuerte con las ideas claras, perfeccionista, exquisita, rígida y con mano dura en las importantes cuestiones a las que haya que aplicársela.
«Es el Estado y está en estado», se llegó a escribir de ella cuando se quedó embarazada de su hija, la princesa de Asturias, Leonor de Borbón. Y precisamente a raíz de este estado, y valga la redundancia, de gestación surgió una desagradable anécdota donde Letizia trazó la línea definitiva, enseñó la patita y también los dientes
3Letizia frenó en seco a sus excompañeros periodistas
Sin salirnos de la isla balear, y centrándonos en el pasado verano (2017), la Familia Real al completo acudía a darse un baño de masas y un paseo por la localidad de Sóller, con la visita preparatda al museo Can Prunera que albergaba entonces una exposición en honor a los artistas españoles Pablo Picasso y Joan Miró.
Terminada la visita, la prensa esperaba a los Reyes y sus hijas para recoger sus percepciones y opiniones en relación a la exposición. Por supuesto, los cronistas buscaban la opinión de la princesa de Asturias, que no articuló palabra por expreso deseo de su madre, la reina Letizia, que levantó la cara, miró a sus excompañeros periodistas y les lanzó lo siguiente: «No busquéis titulares. Les ha gustado mucho. No os van a decir nada más».