Si sobre el físico de la Reina Letizia se han escrito ríos de tinta, no muchos menos se han volcado sobre su sonado temperamento. Una mujer fuerte con las ideas claras, perfeccionista, exquisita, rígida y con mano dura en las importantes cuestiones a las que haya que aplicársela.
«Es el Estado y está en estado», se llegó a escribir de ella cuando se quedó embarazada de su hija, la princesa de Asturias, Leonor de Borbón. Y precisamente a raíz de este estado, y valga la redundancia, de gestación surgió una desagradable anécdota donde Letizia trazó la línea definitiva, enseñó la patita y también los dientes
2Letizia y las vacaciones en Palma de Mallorca
A Letizia no le gusta pasar los veranos en Palma. El poco tiempo (real) que tiene de vacaciones, la reina prefiere utilizarlo yéndose a algún retiro internacional, lejos de cámaras, fotógrafos, maquillaje, peluquería y posados oficiales. En el año 2011, la periodista Carmen Duerto preguntó a doña Letizia por sus días de ‘descanso’ y ‘desconexión’ en Palma de Mallorca, tradicional lugar de encuentro de la Familia Real Española durante el mes de agosto con sus correspondientes audiencias en el Palacio de Marivent.
«¿Tú crees que esto son vacaciones privadas? ¿Tienes tú la solución? Pues yo tampoco». Y es que es cierto que hay quince días de agosto que los Reyes de España no perdonan. Huyen lejos del país que reinan y poco se sabe de esas vacaciones privadas. Croacia y Portugal han sido los dos últimos lugares a los que han acudido de vacaciones Felipe y Letizia en los últimos años. Sus vacaciones del año 2017 se vieron truncadas por el terrible atentado yihadista de las Rambas de Barcelona y de Cambrills del pasado 16 de agosto.