miércoles, 13 noviembre 2024

La especulación viaja de las viviendas a los locales comerciales

Hace tan sólo unas semanas, MERCA2 avisó que este 2019 era el último para especular con la vivienda. Calma, porque existe una segunda opción: los locales comerciales. Comprar para después alquilar supone, en algunos casos, una rentabilidad bruta de hasta el 9%.

El ladrillo es sinónimo de inversión. Históricamente, este gasto se ha centralizado en la compra de viviendas. El ciudadano que tenía un dinero ahorrado y no sabía qué hacer, se compraba un piso para después ponerlo en alquiler. El estallido de la burbuja inmobiliaria mermó el negocio, pero desde el año 2014 -momento en el que se enmarca el inicio del ciclo económico alcista- el comprar para luego alquilar ha vuelto a funcionar. De hecho, en ciudades como Madrid y Barcelona el alza de los precios del alquiler ha superado los números alcanzados antes de la gran recesión económica.

Este 2019, se producirán los últimos coletazos de esta inflación surgida alrededor de los precios de las viviendas, según las voces expertas del sector. Por este motivo, es la última oportunidad para especular con las zonas residenciales. En este escenario, surgen otros vectores del mercado que pueden aprovechar la caída de precios. Los locales comerciales se postulan como el relevo perfecto.

La rentabilidad bruta de adquirir un inmueble comercial de este tipo para ponerlo en arrendamiento puede llegar, según los últimos datos emitidos por el sector, al 9%. Este contexto ha impulsado a portales inmobiliarios como Casaktua.com a lanzar una campaña compuesta por 700 locales distribuidos por toda España.

Actualmente, la mayoría de los compradores de este tipo de activos en España son pequeños inversores en su mayoría, que optan por inmuebles comerciales de tamaño medio y de entre 120.000 y 130.000 euros. Es decir, un negocio parecido al que existe en el residencial, donde el 96% de las casas en alquiler está en manos de particulares. Por lo tanto, lo que se busca es que el mismo tipo de inversor diversifique su cartera de activos.

Atendiendo a estas necesidades, Casaktua ha puesto a disposición del inversor locales de 166 metros cuadrados de superficie media y con un coste promedio de 122.500 euros. O lo que es lo mismo, 738 euros por metro cuadrado.

Como ejemplo, en una hipótesis de ingresos anuales medios por alquileres de 12.000 euros y con un coste promedio del local de 122.500 euros, se podrían alcanzar retornos brutos del 9,8%. Si se tienen en cuenta los gastos asociados a la propiedad (impuestos, gastos de comunidad, derramas, seguros y gastos de gestión…), con un coste medio aproximado de 2.500 euros al año, la rentabilidad neta sería del 7,8%, según cálculos del propio portal inmobiliario.

Los inmuebles seleccionados por Casaktua.com para esta promoción están ubicados,
principalmente, en Aragón (160), Castilla y León (80), Andalucía (70), Comunidad Valenciana (60), Comunidad de Madrid (50), Cataluña (40), Castilla-La Mancha (40) y La Rioja (40).

Por precio, la región catalana, con un coste medio de 82.000 euros, Castilla-La Mancha (94.700 euros) y la Comunidad Valenciana (100.700 euros) serían las localizaciones con ofertas más económicas.

locales comerciales.
Tabla de precios de los locales comerciales, según Casaktua.com.

UN SECTOR MÁS PROFESIONAL

A pesar de guardar similitudes con la vivienda, este vector del sector es más profesional. Por este motivo, el asesoramiento por parte de los expertos resulta clave a la hora de obtener grandes rentabilidades. Elementos como la ubicación, la tipología o las características del local influyen mucho a la hora de obtener luego un benefició por el arrendamiento del mismo.

Entre todos estos factores, el más importante es el de la ubicación, porque en muchas ocasiones es la línea que separa al propietario de haber realizado una buena o mala inversión. Algunos aspectos a considerar en cuanto a la localización de un inmueble: procurar estar cerca de paradas de autobús y metro, optar por la acera de la derecha en calles unidireccionales, alejarse de las vías de más de cuatro carriles, buscar la proximidad de centros ancla (con flujo de mucha gente) o evitar escaparates con el reflejo del sol en el poniente.


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