La pulmonía, la neumonía y la bronquitis son enfermedades que atañen al sistema respiratorio. En algunas ocasiones puede ser que no distingas los síntomas y las confundas. No obstante, si crees poder padecerlas debes acudir al médico para que te diga qué padeces y te mande el tratamiento oportuno para ello.
Ten en cuenta que, según tus circunstancias, sufrir enfermedades respiratorias puede acarrearte una hospitalización, o que la cosa se complique más de la cuenta y ser incluso mortal.
Si es una u otra dependerá de dónde esté ubicada la infección en concreto. Si es una infección en los pulmones o en el tejido pulmonar se tratará de una neumonía o pulmonía. Sin embargo, si estamos hablando de infección en lo que es el árbol bronquial es una bronquitis lo que padeces.
De todos modos, te voy a explicar más detenidamente cuáles son exactamente cada una de ellas.
2Neumonía
La neumonía suele estar causada por bacterias, aunque hay ocasiones en las que los hongos y los virus también hacen que se produzca. Se considera neumonía a la infección de los tejidos pulmonares. Es una enfermedad mucho más grave que la bronquitis y el índice de mortalidad que deja es considerablemente mayor.
En lo que a neumonía y hospitales respecta se podría decir que casi el 2% de los enfermos que acuden es por sufrir neumonía. El 8% de las camas que se ocupan en un centro hospitalario es con pacientes que tienen infección en los pulmones. Sin embargo, la cifra más preocupante es la del 30% de personas que finalmente necesitan cuidados intensivos por padecer esta enfermedad.
Cuando se tiene neumonía, los sacos alveolares de los pulmones están inflamados por una infección. Estos se llenan de los mocos que la infección provoca y hacen que el intercambio de gases no se produzca con normalidad. También es más común que ataña a un solo pulmón.
Los síntomas más comunes de la neumonía son:
- Tos con flemas amarillentas, verdosas o marrones.
- Fiebres altas debido a la infección.
- Te suele doler el costado.
- Existe una gran dificultad para respirar.
El tratamiento para la neumonía, al estar provocado por bacterias, es el de antibióticos. Si la gravedad es considerable se pueden llegar a tomar más de un antibiótico para hacer que la infección remita lo antes posible. En el caso de que te duela el costado también se mandan analgésicos con el fin de mitigarlo. Al contrario que en la bronquitis, si tienes neumonía no se suelen recetar inhaladores o nebulizantes. Eso lo debe determinar el facultativo que te revise.