Se cree que en torno a 2.000 millones de internautas navegan a diario por la red en busca de todo tipo de productos, servicios e información.
Internet ha supuesto una de las mayores revoluciones del planeta. Y es que, volviendo la vista atrás, pocos dirían que, a día de hoy, cualquiera podría, por ejemplo, visitar un museo situado en un país lejano sentado cómodamente y haciendo un solo clic. “No debemos olvidarnos que la página web es la carta de presentación de cualquier empresa, sea del sector que sea, lo primero y único que un usuario de la red ve de ellos, y lo que hará que ese posible cliente se quede o se vaya en busca del mismo producto o servicio a otra web, evidentemente de un competidor” comentan desde Tradnologies.
Y es cierto, si preguntáramos a unos cuantos internautas cuantas veces han abandonado una web porque no les gustaba su diseño o porque no estaba en un idioma conocido por ellos, la mayoría responderían que infinidad de veces.
Y es que, los idiomas son en la actualidad un obligado para todos aquellos que quieran abrir una ventana al mundo, ya que, de poco sirve abrirla si uno no es capaz de comunicarse con nadie, ni prestarles ayuda. Esto, no hace otra cosa que dejar patente la importancia de los idiomas en lo que a webs se refiere.
“Y una vez que sabemos que los idiomas son importantes, lo siguiente será centrarse en realizar la mejor de las traducciones. Esto no se suele lograr con una simple traducción literal, sino que busca además transmitir con esas palabras un mensaje, unas ideas y en definitiva una filosofía” explican desde Tradnologies.
El consejo, por lo tanto, para todos aquellos que deseen vender sus productos o servicios en la red es que lo hagan como mínimo en dos idiomas, uno de ellos, claro está, ha de ser el inglés. No obstante, el número de usuarios y posibles clientes de una web es directamente proporcional al número de idiomas en los que uno puede encontrar su web, es decir, a mayor número de idiomas, mayor número de usuarios.