sábado, 23 noviembre 2024

Madrid Nuevo Norte revive fantasmas: habrá retrasos

El runrún era leve pero sostenido. Desde hace semanas se colaba por los mentideros de la “Operación Chamartín” que todo podría retrasare más de lo previsto. MERCA2 contó, incluso, que las elecciones autonómicas podrían atropellar el proyecto. Ahora conocemos que Madrid Nuevo Norte tardará todavía un tiempo en tener la pertinente aprobación.

En concreto, el proyecto urbanístico no se llevará al Pleno para su aprobación definitiva hasta el mes de «febrero o marzo», ya que su tramitación acumula «retraso», según ha dicho este jueves el concejal delegado de Urbanismo, José Manuel Calvo, que ha explicado que se han presentado más de 3.200 alegaciones.

El concejal del Gobierno de Manuela Carmena se ha pronunciado de este modo en la comisión de Desarrollo Urbano Sostenible (DUS) cuando la edil del PP Paloma García Romero le ha preguntado por qué no se sometía al dictamen de la comisión esa operación urbanística si inicialmente el Ejecutivo de Ahora Madrid pretendía aprobarlo en enero.

El proyecto urbanístico no se llevará al Pleno para su aprobación definitiva hasta el mes de «febrero o marzo»

Pero todo esto no puede sorprender a nadie. Según ha podido saber MERCA2, el proyecto no tendrá el visto bueno antes de que se celebren las elecciones del próximo mes de mayo. Así, Madrid Nuevo Norte deberá de esperar algún mes más para tener el ‘ok’ de todas las administraciones.

OPTIMISMO FRENTE A REALIDAD

“Es perfectamente posible y esperable que se produzcan todas las aprobaciones administrativas antes de las elecciones”. Así de optimista se mostraba Antonio Béjar, presidente de Distrito Castellana Norte (promotor del proyecto), el pasado 10 de enero en los micrófonos de la Cadena Cope. Pero ese “esperable” no lo es tanto a tenor de las informaciones que maneja MERCA2. “Lo normal es que todo se retrase hasta después de los comicios”, afirman fuentes conocedoras del asunto.

Lo cierto es que esta situación recuerda a la que se vivió en el año 2015, cuando Ana Botella decidió posponer la aprobación de la ‘Operación Chamartín’ -así se conocía antes a ‘Madrid Nuevo Norte’- hasta después de las elecciones municipales. La exalcaldesa aceleró para autorizar este desarrollo urbanístico antes de que los madrileños fueran a las urnas, pero a pesar de despachar más de 2.000 alegaciones en un tiempo récord -menos de tres meses- no logró sacarlo adelante.

La pareja sentimental del expresidente del Gobierno, José María Aznar, era consciente que el escenario político del consistorio de la capital iba a cambiar tras los comicios municipales. La marca blanca de Podemos en Madrid -Ahora Madrid- amenazaba a los ‘populares’. Por este motivo, estuvo muy cerca de aprobar la ‘Operación Chamartín’ justo antes de la celebración de las elecciones -72 horas antes- a través de un pleno extraordinario.

Ante posibles complicaciones, la promotora ha sido astuta y se ha encargado de realizar una fuerte campaña de publicidad

Al final, Botella decidió quitarse el ‘marrón’ de encima y dejó la decisión en manos de la siguiente Corporación. Además, a la promotora -DCN, participada el BBVA- tampoco le interesaba contar con la aprobación de un Ayuntamiento de un signo político que no sabía si iba a revalidar su mandato. Así, la ‘popular’ dejó todo listo para que fuera el próximo Gobierno Local el que diera su ‘ok’ a la ‘Operación Chamartín’ “siempre que lo considerase oportuno”.

PUBLICIDAD COMO PRESIÓN

Ante posibles complicaciones, la promotora ha sido astuta y se ha encargado de realizar una fuerte campaña de publicidad para dar a conocer el proyecto desde finales del 2018. Carteles en marquesinas del Metro de Madrid, panfletos entregados en mano a los usuarios del suburbano de la capital, campañas de promoción en grandes medios digitales y un local en el Paseo de la Castellana para mostrar a los ciudadanos la maqueta del nuevo desarrollo y las virtudes del mismo.

Los tiempos marcarán la aprobación final de Madrid Nuevo Norte, pero de momento y a pesar de la esperanza de Béjar, el proyecto no será aprobado antes de los comicios de mayo. Eso sí, en principio el desarrolló seguirá adelante, a pesar de que el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid cambien de signo político. El compromiso de la Administración parece firme, aunque haya recibido cerca de 3.000 alegaciones -1.000 más que diseñado por Botella-.


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