Nunca llueve a gusto de todos. Pero lo peor, al menos para el bolsillo de los españoles, es que no llueva nada. Si a eso se suma que no haga viento, resulta que el precio de la energía tira al alza. Aunque para otros sectores, como es el gasista, se trata de un espaldarazo, para su negocio y para su idea fundamental como tecnología de respaldo para las renovables.
Y es que durante un inicio de año muy seco y sin apenas viento, otras materias primas han dado un paso adelante para la generación de energía. Así, la demanda de gas natural en España ha alcanzado este miércoles los 1.540 GWh, la cifra más alta desde el 5 diciembre de 2017. Este récord se debe al incremento del consumo doméstico-comercial, a las mayores entregas de gas natural para generación de electricidad y a los altos valores que está registrando la demanda industrial.
La demanda convencional, destinada a los consumos de hogares, comercios e industrias, alcanzó ayer los 1.142 GWh. Esto se debe principalmente al aumento de la demanda doméstico-comercial, como consecuencia de las bajas temperaturas registradas en los últimos días.
La demanda de gas natural para el sector eléctrico registró los 398 GWh, como resultado de una baja generación eólica e hidráulica, lo que refuerza el papel del gas natural como energía de respaldo a las renovables en el proceso de transición energética. Al menos así lo estiman desde las empresas que tienen intereses directos en el sector.
GAS PARA TODOS
La positiva evolución de la demanda de gas natural en el consumo industrial, que representa cerca del 60% del total de la demanda, también ha contribuido a este récord. La demanda industrial ha aumentado un 15% desde 2014, lo que pone de manifiesto la positiva evolución de la economía.
Las previsiones de demanda apuntan a que en los próximos días se superarán estas cifras debido al descenso de temperaturas previsto.
En lo que va de año, la demanda de gas natural en España ha aumentado un 17,9% con respecto al mismo periodo de 2018 y ha alcanzado los 21.256 GWh, debido a crecimientos en la demanda convencional y en las entregas de gas natural para generación de electricidad.