La venta del coche eléctrico e híbrido en España cerró 2018 con 13.822 unidades, lo que supone un incremento del 61% con respecto al año anterior y una cifra histórica en la renovación de motores del parque móvil nacional.
Sin embargo, hay truco. De los 13.882 vehículos 100% eléctricos e híbridos enchufables matriculados en España el año pasado, solo 3.295 ventas las firmaron particulares, según las cifras de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). El canal empresas se hizo con el 76,26% de la flota de eléctricos e híbridos enchufables vendidos en España o los particulares con solo el 23,74%, como prefieran verlo.
Este dato baila según la fuente. La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam) maneja 11.809 matriculaciones de coches eléctricos en 2018 considerando como tales los BEV (Battery Electric Vehicle o eléctricos de batería), PHEV (Plug-in Hybrid Electric Vehicle o híbrido enchufable) y EREV (Extended-Range Electric Vehicles o eléctricos puros), según los datos de Ideauto. El reparto de ventas por canal queda en 1.447 alquiladores, 7.164 empresas y 3.198 particulares. De acuerdo a las cifras de Ganvam, los particulares compraron el 27,1% de los coches eléctricos o híbridos en 2018 en España, tres puntos porcentuales más que si tomamos como referencia Anfac.
Se venden más coches eléctricos en España, pero los que firman los contratos son personas jurídicas. Otra situación es que el usuario final sea un particular a través de un servicio de carsharing o renting. Solo hay que ver los modelos más vendidos en 2018, según el portal movilidadelectrica.com. En primer lugar, Renault Zoe, casualmente el coche que utiliza la plataforma de carsharing Zity. La compañía lanzada por Renault y Ferrovial a finales de 2017 cuenta con 650 vehículos eléctricos.
La más veterana en Madrid, Car2go, adquirió en 2018 en formato de leasing 450 coches: 150 smart fortwo EQ y 300 smart forfour. “La reciente puesta en marcha de Madrid Central, las nuevas regulaciones y restricciones de tráfico ha beneficiado el negocio de la compañía propiedad de Daimler”, ha explicado a MERCA2 la plataforma. El número de usuarios en España ha crecido un 20,9% hasta los 237.000.
Entre las empresas que han impulsado la incorporación del coche eléctrico en España se encuentra Endesa. La eléctrica lanzó en 2015 el Plan de Movilidad Eléctrica para Empleados. A cierre de 2018, el 7,5% de la plantilla en España utiliza en el ámbito particular el servicio de renting de vehículos 100% eléctricos que ofrece. De esta manera, siete de cada cien turismos eléctricos vendidos en España durante el tiempo que lleva vigente el plan han sido adquiridos por trabajadores de la compañía.
EL COCHE ELÉCTRICO EN LOS PGE 2019
Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que presentó recientemente el Gobierno en el Congreso de los Diputados para su aprobación recoge una dotación de 67 millones de euros en concepto de ayudas orientadas a la movilidad sostenible y eficiente energéticamente y el coche eléctrico y alternativo.
«El Gobierno va a seguir apostando por el Plan de Impulso a la Movilidad con Vehículos de Energías Alternativas (MOVEA) gracias al cual se concederán ayudas a la adquisición de vehículos eléctricos de gas licuado del petróleo (GLP/Autogás), de gas natural comprimido (GNC) y licuado (GNL) y motos eléctricas, así como a la implantación de puntos que permitan la recarga en zonas de acceso público», refleja el proyecto propuesto por el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Titular bonito, pero cabe recordar que siguen congelados los 66,6 millones de euros destinados al Plan VEA (Vehículos de Energías Alternativas) procedentes de los PGE de 2018. El secretario general de Industria y de la Pyme, Raúl Blanco, aseguró recientemente en una entrevista concedida a Europa Press que el plan se lanzará en las próximas semanas a través del IDEA, con plena colaboración del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
La adquisición de vehículos propulsados por energías alternativas sigue teniendo, según la tecnología de propulsión utilizada, un coste de adquisición de hasta un 30% superior que su homólogo convencional. Son cifras del propio Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Dos ejemplos:
– Hyundai Kona. El abanico de versiones con motor de combustión comienza en un precio de 14.552 euros. El mismo modelo con motor eléctrico, desde 33.257 euros. Sobrecoste del 128% para el comprador.
– Smart. Un cliente puede adquirir una versión de gasolina desde 10.318 euros y una eléctrica desde 19.852 euros, un 92% más caro.
Con ayudas que no llegan y precios más elevados, resulta complicado para el cliente particular afrontar la compra de un vehículo eléctrico. Además, hay que contar con la instalación del punto de recarga en el domicilio (posibilidad que muchas personas no disponen). A largo plazo, el propietario de estos coches encuentra ventajas fiscales (beneficios en el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica (IVTM) en algunas localidades) y económicas (no pagar el SER en muchas ciudades, un mantenimiento más barato y menor gasto en combustible). No obstante, por los datos oficiales los grandes compradores de vehículos eléctricos en España han sido en 2018 las empresas.