Cada vez son más las historias reales en las que las buenas ideas se materializan y se convierten en pequeñas historias de éxito con el apoyo de los microcréditos, que facilitan el acceso a la financiación de los colectivos más desfavorecidos. Son pequeños préstamos que impulsan iniciativas comerciales de personas con escasa capacidad económica y permiten reducir la pobreza en la que se encuentran. Un claro ejemplo es el programa Prospera que desarrolla Banco Santander en Brasil y que ha acompañado el crecimiento de más de 600.000 pequeños negocios.
Bernardeteha renovado por completo su tienda, ha comprado maquinaria industrial y ha tenido que contratar a cuatro personas porque el negocio crecía muy rápido. También José Edson, que apenas fue al colegio, montó una tienda de alimentación. El negocio no iba bien, pero Prospera le dio formación gracias a Thiago, su agente, y ahora no sólo gestiona mejor su negociosino que ha identificado nuevas oportunidades y ha empezado a vender “bolos” (tortas). Estos son dos de los casos de éxito que cita en su twitter Ana Botín, presidenta de Banco Santander, sobre las experiencias que ha conocido en su último viaje a Brasil el pasado mes de noviembre.
Banco Santander es la entidad privada con mayor negocio de microcréditos en Brasil. Desde la puesta en marcha del programa Prospera, hace dieciséis años, el banco ha ayudado a más de 600.000 emprendedores a impulsar sus negocios. Más del 70% de los microcréditos del Santander están destinados a mujeres empresarias que, en grupos solidarios de cinco o seis personas, reciben préstamos por un importe medio de 700 euros, sin necesidad de garantías adicionales. Además, un equipo de agentes de crédito acompaña y orienta a los emprendedores durante todo el período del acuerdo.“Prospera no funcionaría sin sus agentes. De la misma comunidad que los clientes, identifican sus necesidades para ayudarles a crecer. Brasil tiene 60 millones de personas -casi la mitad de la población- fuera del sistema financiero y 42 millones emprenden como única solución”, aseguró Ana Botín en su perfil de Linkedin.
El programa Prospera apuesta por un contacto cercano con el cliente, con 30 puestos de atención en oficinas y más de 300 empleados entre agentes de crédito, supervisores, gerentes y equipo de apoyo con formación especializada que atienden a 700 municipios.En 2011, Santander Brasil fue el primer banco del mundo que se atrevió a abrir una sucursal en una favela, la Alemao de Río de Janeiro, que por entonces era la más peligrosa de Brasil.
Los principales usos de los microcréditos de Santander Brasilson la financiación de maquinaria, la reforma de instalaciones y el establecimiento de capital semilla.Los clientes son, en su mayoría, costureras, salones de belleza, bares, vendedores de cosméticos, mini mercados, etc. Estos negocios contribuyen al desarrollo de las pequeñas comunidadesdonde se realizan. De acuerdoa un estudio elaborado por el banco, cada real prestado en esta modalidad aporta 4,5 reales (1,06 euros) para el PIB del municipio.
Según datos del Banco Mundial, “la inclusión financiera está aumentando a nivel mundial, pero los logros han sido dispares de un país a otro y los hombres siguen teniendo más probabilidades que las mujeres de ser titulares de una cuenta. Mientras que en algunas economías el número de titulares de cuentas ha aumentado considerablemente, en otros lugares se han registrado progresos más lentos, a menudo limitados por grandes disparidades entre hombres y mujeres y entre ricos y pobres. En las economías en desarrollo, la diferencia entre los hombres y las mujeres se mantiene inalterable —en 9 puntos porcentuales— desde 2011”.
Aún así, se calcula que hay dos mil millones de personas que no tienen acceso a los servicios financieros, lo que aumenta su dificultad de participar del crecimiento y el progreso. Y los microcréditos se han convertido en una herramienta clave para favorecer el crecimiento inclusivo, uno de los grandes retos a nivel mundial.
150 millones de euros de microcréditos en Latinoamérica
El papel de la banca en este tema es fundamental. Así lo entiende Banco Santander, que considera que la falta de acceso a los servicios financieros complica participar del progreso. “Los bancos son un motor clave de la economía; dan financiación a grandes multinacionales y también a emprendedores, por lo que tienen un papel relevante en este debate sobre la lucha contra la exclusión financiera y social.”, señala Ana Botínen el último Informe de Sostenibilidad de la entidad.
Además de Brasil, Santander cuenta con el programa conocido como Tuiio en México, que se ha convertido en uno de los proyectos de mayor éxito y esperanza para la inclusión financiera de las clases desfavorecidas del país. Los microemprendedores se reúnen en grupos de 8 a 40 personas, con edades de entre 20 y 75 años, y solicitan el préstamo para desarrollar un pequeño negocio comercial o mejorar sus actividades con inversiones que les permitan generar más ingresos de modo recurrente. Los microcréditos de Tuiio son de cantidades tan pequeñas como 4.000 pesos mexicanos (171 euros) y se pueden renovar fácilmente en 1.300 puntos de venta en todo el país, tanto en sucursales físicas de Santander como en cajeros automáticos multifunción. El objetivo del banco es financiar a 280.000 emprendedores mexicanos en los próximos cuatro años, como explicó Ana Botín, durante la presentación oficial de Tuiio en México.Tuiio cuenta con 22 sucursales especializadas que pronto serán 40, según anunció Botín, y el 91% de los microcréditos son para mujeres.
Banco Santander tiene en marcha diferentes programas de microcréditos en otros países de Latinoamérica, como Chile, Argentina o El Salvador. En total, el grupo mantenía en la región un saldo de microcréditos por valor de 150 millones de euros al cierre de 2017 yfinanció a 255.000 familias de rentas bajas con préstamos destinados a generar pequeñas actividades empresariales sostenibles.