El enfado de los trabajadores de la televisión gallega llegó hasta las puertas del Parlamento anteayer tras una huelga de 24 horas. Las supuestas injerencias del Gobierno de Alberto Núñez Feijóo sobre los informativos de la casa y el ninguneo del presidente a las preguntas sobre la treintena de ‘Viernes negros’ convocados en el Ente rebasaron la paciencia de los empleados de TVG.
Los sindicatos cuantificaron en un 90% el seguimiento de la huelga en la sede de San Marcos y en las delegaciones: «Están trabajando únicamente los mandos intermedios y los trabajadores con contratos más precarios, los que tienen contratos en prácticas», explicaron.
La oposición acusa de «manipulación» y «desmantelamiento» al PP, partido que no quiso reaccionar tras la dimisión el pasado verano de los dos presentadores del informativo estrella de TVG, Alfonso Hermida y Tati Moyano, hartos de las presuntas directrices de la cúpula sobre el ‘Telexornal xeran’.
Tampoco gustó en la casa la cancelación del mítico espacio radiofónico ‘Diario Cultural’, que se convirtió en sección tras treinta años como programa en Radio Galicia, ni la mengua de las desconexiones regionales en la misma emisora antes de las elecciones municipales de mayo.
EL PAPEL SUFRE LA CRISIS GALLEGA
El Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo inyectó 21,6 millones de euros para financiar a los medios de comunicación a través de acuerdos opacos repartidos arbitrariamente que tenían la explicación oficial de ser pagos por campañas en favor de la imagen de Galicia.
Entre 2009 y 2017 se firmaron más de 400 convenios sin publicidad ni licitación abierta que glosaron la actividad institucional del Gobierno popular. El más beneficiado de esta lluvia de millones fue la editora de La Voz de Galicia, que negocia convenio colectivo a la baja mientras se rumorea que podría ejecutar 60 despidos para reestructurar su plantilla antes de su apuesta digital.
El periódico hegemónico en el noroeste de la piel de toro apostará a finales de marzo por un muro de pago, a imagen y semejanza de varios regionales de Vocento, y en la casa se ha recibido esta noticia «con perplejidad», según Galicia Confidencial, que explica que «hay falta de planificación» por la precipitación, ya que «otros medios llevan años preparando» el cambio de modelo de negocio.
LA CESTA DE NAVIDAD
El próximo 29 de diciembre se cumplirá el primer aniversario del regalo de ‘Reyes Magos’ de Feijóo hacia el papel: la editora de La Voz de Galicia recibió en un solo día más de 700.000 euros entre ayudas y convenios.
También cayó aguinaldo en El Faro de Vigo, que acaba de celebrar el 40 aniversario de la compra del periódico por parte de Prensa Ibérica. Al convite faltó Feijóo, pero no quiso perdérselo Abel Caballero, enemigo público de La Voz de Galicia y orgulloso de tener un árbol de Navidad más alto que el de Nueva York.
81.289,90 euros recibió de ‘cesta de Navidad’ la Editorial Compostela, matriz de El Correo Gallego. La editora acumula una deuda de 15 millones de euros, de los cuales alrededor de la décima parte son retrasos en el pago a los trabajadores.
Tampoco están para demasiadas fiestas en La Región, periódico que el año pasado recibió un favor de la Diputación de Ourense, controlada desde hace 31 años por la familia Baltar. El periódico ourensano vendió su hemeroteca por 2,7 millones de euros a esta polémica institución tantas veces acusada de ‘caciquil’.
LA GUERRA DE LA FARIÑA
En Galicia también se han librado otras guerras mediáticas en los últimos tiempos. Especialmente llamativa fue la de La Voz de Galicia contra la exitosa serie ‘Fariña’. El periódico cuenta con una productora, Voz Audiovisual, responsable de algunos de los mayores éxitos de la historia de TVG, véase ‘Mareas vivas’ o ‘Padre Casares’.
Esta compañía ha cubierto el hueco que dejó V Televisión, extinto canal que dejó de emitir el año pasado en la TDT tras acumular 15 millones de euros de pérdidas. En el hermano audiovisual de La Voz de Galicia no sentó bien el estreno de la serie de Antena 3.
La serie fue criticada desde el periódico líder en la comunidad autónoma y desde la propia TVG, que repuso otra serie sobre narcotráfico, ‘Matalobos’ (Voz Audiovisual), y en su reestreno lanzó un mensaje ultranacionalista: «No dejes que los de fuera te cuenten tu historia».
El productor gallego Ramón Campos, responsable de ‘Fariña’, contestó desde Twitter: «Más allá de que el 95% del equipo artístico y técnico era gallego, y Bambú es una productora gallega que siempre ha presumido de ello y cotiza en Galicia, esto me parece el nacionalismo peor entendido«. Las responsabilidades políticas que se evidenciaban en ‘Fariña’ no se veían en ‘Matalobos’ y en la cúpula de TVG mostraron su enfado con esta pataleta.
OTROS LÍOS GALLEGOS
Las últimas elecciones han estado marcadas en Galicia por las mayorías absolutas de Feijóo, insólitas en el actual panorama político español, y por una guerra que llegó hasta los medios: antes de las elecciones de 2009, en las que el PSdG y el BNG perdieron su poder.
Aquellos comicios estuvieron marcados por el digital La Nación y por ABC, que sacaron en portada al vicepresidente Anxo Quintana en el yate del controvertido empresario Jacinto Rey, beneficiado por la Xunta ‘progresista’ y lanzador de un periódico afín a la izquierda gallega, Xornal. Según Carlos Dávila, La Voz de Galicia, que también fue el medio más beneficiado por el ‘bipartito’, «no se atrevió a publicar las fotos».
Tres años después Feijóo repitió mayoría. Al año siguiente su figura emergía en Génova a la vez que menguaba la de Rajoy, pero la posible alternativa al entonces presidente del Gobierno cayó en 2013 por unas fotos publicadas en 2013 en El País en el que se veía al presidente gallego en el yate del narcotraficante Marcial Dorado. El olor a polvora ‘sorayista’ impregnó el ambiente, según Jiménez Losantos.
Otros medios sin embargo han regenerado la situación mediática gallega. Uno de ellos es la versión autonómica del medio catalán Economía Digital, en cuyo accionariado entró este año Emilio Rey, «O herdeiro» del conglomerado de La Voz de Galicia y distanciado con su padre desde el fallido salto del grupo gallego a Madrid con Diario 16 y Radio Voz.