El grupo agroalimentario Dcoop, primer productor de aceite de oliva español, está estudiando cómo financiarse en el mercado sacando a Bolsa una participación significativa de su capital y, dentro de los diversos escenarios que maneja su presidente, Antonio Luque, el que cobra más fuerza es el de utilizar a Mercaóleo –sociedad anónima controlada por Dcoop– para eludir la Ley de Cooperativas que imposibilita que este tipo de entidades puedan cotizar en el parqué.
Así lo han confirmado a MERCA2 fuentes internas de Dcoop, que no obstante indican que el proyecto de salida a Bolsa “está todavía muy verde” y que no es un objetivo a corto plazo, a pesar de que el propio Luque no descartó la operación en un acto público celebrado el pasado octubre. El presidente del gigante olivarero anunció, además, que su estrategia pasa por integrar empresas familiares y otras cooperativas y que pretende doblar la facturación actual de Dcoop superando los 2.000 millones de euros dentro de un lustro.
Otra de las alternativas que maneja Luque para quitarse el corsé normativo que impide a una cooperativa salir a Bolsa es utilizar su filial norteamericana, Pompeian, como buque insignia de la operación. La relación de esta sociedad con la citada Mercaóleo es estrecha, ya que la adquisición del 50% de Pompeian se realizó precisamente a través de esta empresa española que se dedica a comercializar el aceite que entregan los socios de Dcoop a la cooperativa.
Asimismo, la operación de intercambio accionarial entre ambas compañías permite a Dcoop contabilizar un beneficio que no corresponde a actividad comercial alguna. Dcoop controla Pompeian junto a la familia de origen marroquí Devico, que aspira a que el país norteafricano supere en el futuro a España como primer productor del preciado zumo de aceituna.
Esto no implica que Luque vaya a perder el control del grupo tras la salida a Bolsa. Entre sus planesestá poner en manos de los futuros accionistas un máximo del 40% del capital, aunque el porcentaje final podría ser incluso menor y rondar el 30%. Su objetivo es lograr liquidez para mantener su estrategia de crecimiento que pasa por adquirir otras compañías y cooperativas, como el caso de JaenCoop, que ya está en la diana de este empresario malagueño a pesar de contar con la oposición con un grupo de socios de la organización jienense.
Según ha podido saber MERCA2, la versión oficial que expone Luque cuando los socios le preguntan por esta cuestión es que con el dinero obtenido en la operación de salida a Bolsa se podrá mantener financieramente a los cooperativistas, que además recibirán participaciones accionariales si demuestran su fidelidad a Dcoop. Este elemento es muy importante porque justo ahora el grupo está modificando su régimen interno para penalizar a aquellos cooperativistas que rechacen trabajar en exclusiva con Dcoop.
LA VOLATILIDAD PERJUDICARÁ A LOS SOCIOS
Sin embargo, no todos los agricultores aplauden las supuestas ventajas de esta operación para elevar el capital y, de hecho, surgen voces que advierten de que cotizar en el parqué introducirá elementos desestabilizadores que podrían afectar a las cuentas del grupo y acabar con su espíritu fundacional, que es el de garantizar que los agricultores que pertenecen a Dcoop puedan seguir desarrollando su actividad productora.
“Al final lo que puede ocurrir es que la volatilidad la acaben pagando los socios, que mediante sus cuotas tendrán que afrontar la pérdida de valor de los títulos si la evolución bursátil no es la esperada, especialmente en un contexto económico que se espera que sea adverso en los próximos años”, señala un analista que trabaja para una de las competidoras de Dcoop y que recuerda que precisamente son los cooperativistas los que están financiando las aventuras empresariales de Luque “poniendo en riesgo su propia negocio”.
En concreto, según la memoria anual de Dcoop, el grupo ha concedido créditos a Mercaóleo por importe de 37 millones de euros y, en el caso de Pompeian la deuda que tiene con los cooperativistas suma 38 millones de euros a pesar de que acaba de ser incorporada al conglomerado empresarial que dirige Luque. Completan la lista Aceites Toledo, Refinería Antequera, Quorteba Internacional y Acorsa USA, entidades que controla Dcoopmediante participaciones cruzadas.
¿USO ILEGÍTIMO DE LAS SUBVENCIONES?
La posibilidad de que Dcoop salga a Bolsa ha sido la gota que ha colmado el vaso de las sociedades anónimas que compiten con el gigante andaluz y que llevan mucho tiempo quejándose de que el Gobierno y la Junta de Andalucía están ayudando a Luque a ganar cuota de mercado de forma desleal a costa de los propios agricultores, fomentando una bajada generalizada de precios para ganar tamaño.
A pesar de ello, el consejero andaluz de Agricultura, Pesca y Desarrollo, Rodrigo Sánchez, ha manifestado que Dcoop es un modelo a seguir para el resto de agentes del sector, constatando la estrecha relación de Antonio Luque con el gobierno regional de Susana Díaz. El respaldo de los poderes públicos a Dcoop es doble: por una parte tiene más facilidad para recibir subvenciones por ser una cooperativa (es una entidad asociativa prioritaria) y, por otro, debe hacer frente a una factura tributaria mucho menor que las empresas que desarrollan su misma actividad en régimen de sociedad anónima.
Tal como señala Enrique Delgado, secretario general de la Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva), “el problema que es que actúa como empresa privada pero disfruta de los beneficios fiscales que tiene una cooperativa y eso puede considerarse competencia desleal”.