La detención del presidente de la alianza que forman Renault, Nissan y Mitsubishi, el brasileño Carlos Goshn, por presunta infracción de la ley financiera japonesa ha asestado la puntilla a las acciones del gigante automovilístico francés que han perdido casi un cuarto de su valor este año y tras el escándalo ahondan su caído casi un 10% más (-8,43%).
La cadena local japonesa informó a primera hora de la mañana europea que una denuncia desde la propia Nissan provocó una investigación interna sobre Carlos Goshn y el director Greg Kelly. Tras la misma, la compañía japonesa ha publicado que “durante muchos años, tanto Ghosn como Kelly han estado comunicando en el informe a la Bolsa de Valores de Tokio cantidades inferiores a las realmente recibidas, a fin de reducir el coste informado de la compensación de Carlos Ghosn”. “Además, en lo que respecta a Ghosn, se han descubierto muchos otros actos irregulares, como el uso personal de los activos de la compañía, y también se ha confirmado la profunda participación de Kelly”, añade.
Nissan ha declarado a los medios que ha proporcionado información a los fiscales japoneses y está cooperando plenamente con su investigación. Por su parte, Ghosn se presentó voluntariamente ante los fiscales de Tokio. De un día para otro ha caído uno de los directivos más poderosos de la industria automotriz mundial. En el ejercicio 2017, ganó oficialmente unos 17 millones de dólares sumando los salarios procedentes de las tres compañías de la alianza automovilística que dirige (8,5 de Renault, 6,5 de Nissan y dos de Mitsubishi), según las estimaciones realizadas por Bloomberg.
El ministro de finanzas galo, Bruno Le Maire, ha declarado que “nuestra prioridad es la estabilidad de Renault y los empleos”. Francia es el máximo accionista de Renault (15%) y en su día apoyó la permanencia de Ghosn al mando del fabricante de automóviles francés. Después de ser rescatada por Renault, Nissan se ha convertido en el mayor contribuyente en la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.
RENAULT, EN PICADO EN BOLSA
La estabilidad comenzó a tambalearse hace tiempo. Por un lado, cada día estaban más presentes los rumores que hablaban de una fusión entre Nissan y Renault. Esta operación rompería la estructura de la alianza, con mayor fuerza para los franceses. Por otro lado, las acciones de la compañía gala han mostrado una clara tendencia bajista a lo largo de todo el año.
En concreto, los títulos de Renault abrieron su cotización en la Bolsa de París este año con un precio de 83,91 euros. Llegaron a rozar los 100 euros (98,75 euros en marzo), pero la tendencia cambió drásticamente. El viernes pasado (16 de noviembre), cerraron a 64,50 euros, una devaluación del 23,13% desde el 1 de enero. La compañía gala, fundada el 1 de octubre de 1898 por los hermanos Louis, Marcel y Fernand Renault, perdió casi una cuarta parte de su valor desde el inicio de 2018.
RENAULT, CAÍDA EN VENTAS
El año comenzó muy bien para los dirigentes del grupo. En febrero presentó unos resultados históricos con un beneficio de 5.210 millones de euros en 2017, cifra un 47,1% superior a la de 2016. La marca francesa destacó que 2017 fue «el mejor año de su historia», con récord de ventas, de cifra de negocio, de margen operacional y de resultado neto.
La facturación del Grupo Renault en el primer semestre del año también fue positiva (+2,4%), pero el ritmo de crecimiento no era tan elevado como en periodos anteriores. Los mercados emergentes, con unas divisas débiles frente al dólar y el euro, empezaban a inclinar hacia abajo los números de la marca francesa.
La constatación del cambio de tendencia llegó con la presentación de los resultados del tercer trimestre. La facturación del Grupo Renault en los primeros nueve meses del año bajó un 6% respecto al mismo periodo de 2017, hasta 11.484 millones de euros. El volumen de negocio también disminuyó un 0,8%. Podría parecer poco, pero en un conglomerado de tal magnitud ese porcentaje supuso casi 400 millones de euros menos.
La incorporación de sus dos nuevas marcas chinas, Jinbei y Huasong, repercutió en un incremento del 2,9% en las matriculaciones (891.539 vehículos) entre enero y septiembre. Sin embargo, las menores ventas en países emergentes clave como Argentina, Turquía, India o Irán lastraron las cuentas del grupo.
Ahora el escándalo fiscal de Carlos Goshn tensa aún más la relación entre Renault y Nissan, una alianza muy fructífera en el pasado que se tambalea con la detención de uno de sus mayores artífices. Mientras, las acciones de Renault siguen cayendo.