Si hay algo que nos define a los españoles es la construcción. Todavía resuena por el mundo el boom inmobiliario que sufrimos y provocó la gran recesión. Pero no todas las empresas han sabido recuperarse. Algunas han optado por buscar beneficios fuera de nuestras fronteras. Otras continúan a la deriva. OHL y ACS son polos opuestos. Ambas han presentado resultados esta semana, pero no tienen nada que ver. La primera ha perdido más de 1.300 millones de euros en lo que va de año, mientras que la compañía dirigida por Florentino Pérez ha obtenido un beneficio de casi 700 millones.
El caso de OHL es digno de estudio. A pesar de ser una de las principales constructoras españolas sus resultados son alarmantes. Hasta septiembre, la compañía ha perdido 1.335 millones de euros. Tal como ha explicado la empresa, su resultado neto atribuible se vio afectado “por importantes operaciones y efectos no recurrentes”. Una vez ajustado, su resultado se situaría en unas pérdidas de 526 millones de euros. Nada bueno.
Esta variación se explica, en parte, por el ajuste contable por la venta de OHL Concesiones sin efecto alguno en caja ni en patrimonio neto. Esto hizo que la firma perdiese 550,5 millones de euros. Además, OHL perdió 77 millones adicionales de la Fase I del Hospital CHUM de Canadá. Mientras que el resultado negativo de la demanda interpuesta en el proyecto Xacbal Delta, en Guatemala, supuso unos números rojos de 28,8 millones de euros y los costes del PDC y otros ascendieron hasta 32,2 millones.
“El nuevo equipo directivo, que aterrizaba en OHL a finales del pasado mes de julio, está llevando a cabo una profunda transformación y reorganización de la compañía con el fin de hacer de OHL una empresa sostenible y rentable. Esta situación se está viendo reflejada en sus parámetros económicos. La compañía espera una recuperación gradual de su actividad centrándose en la rentabilidad y la generación de caja orgánica de su negocio recurrente”, ha explicado OHL.
Entre otros datos, los ingresos de OHL cayeron en nueve meses más de un 14%, hasta 2.048,7 millones de euros. Estas cifras hicieron que el beneficio operativo de la empresa se situase en -467,5 millones. En el mismo periodo del año pasado, la compañía ganaba 1,9 millones.
OHL EN MÍNIMOS HISTÓRICOS EN BOLSA
Estos resultados no han hecho más que profundizar la decadencia de OHL. Hace apenas un mes, el analista de IG, Sergio Ávila, explicaba a MERCA2 que “invertir en una compañía así solo es un acto para valientes”. Sin embargo, esto no ha hecho más que empeorar.
En 2018, las acciones de la empresa acumulan un descenso de más del 85%. En la actualidad, cada título cuesta tan solo 0,75 euros, mientras que empezaron el año con un valor de 5,15 euros. Esto la sitúa en mínimos históricos. Un descalabro en bolsa que empeora cada vez que la empresa muestra sus cifras. En un solo día, las participaciones de OHL han caído cerca de un 22%.
Tras la presentación de resultados, Ávila ha señalado que desde que el pasado 28 de septiembre, cuando perdió el soporte de 1,88342 euros, la situación técnica del valor no ha hecho más que complicarse, acelerando las pérdidas con unos fundamentos muy debilitados. “Parece realmente complicado que la empresa encuentre una solución a corto plazo”. Las estimaciones del consenso le dan una perspectiva neutral, “quizá demasiado para cómo se encuentra la cotización”.
ACS GANA UN 15% MÁS
Del otro lado de la moneda se encuentra ACS. El grupo ha podido superar la crisis y salir reforzada de ella. Hasta septiembre, ha obtenido un beneficio de 691 millones de euros. Una cifra que supone un 14,6% más que el año pasado. Eliminando el efecto de las variaciones del tipo de cambio, este crecimiento ascendería hasta el 20,9%.
En cuanto a la actividad de construcción, ha tenido un “sólido” comportamiento creciendo su beneficio casi un 30%, con 366 millones. Este resultado incluye la contribución indirecta de Abertis a través de la participación del 20% que ostenta HOCHTIEF. Sin considerar este resultado, el beneficio neto de Construcción aumentó un 15%.
Las ventas de ACS en los primeros nueve meses de 2018 han alcanzado los 27.091 millones de euros, un 5,2% más. “Esta buena evolución de todas las actividades se apoya principalmente en el crecimiento de los mercados norteamericano, australiano y español”. En cuanto a distribución geográfica, América del Norte representa un 45% de las ventas, Europa un 21%, Australia un 19%, Asia un 8%, América del Sur un 6% y África un 1%.
Por su parte, el beneficio operativo de ACS ascendió un 5,5%, hasta 1.806 millones. Además, la cartera de la compañía en el tercer trimestre del año se situó en 70.329 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 7,7%.
Los buenos resultados de ACS han hecho que la compañía tenga un buen año en bolsa. En lo que va de ejercicio, las acciones de la firma han crecido más de un 7%. Con 34,59 euros por participación, se acerca a su máximo anual de 37,83 euros por acción. Según aseguran los analistas de Bloomberg, ACS está en camino de alcanzar sus objetivos para todo el año. «Creemos que las mejoras en todas las unidades de negocio registradas en el tercer trimestre se mantendrán en el cuarto trimestre y en 2019».