Apple pretende ofrecer una arma revolucionaria y diferencial en estos tiempos de exhibicionismo voluntario y mercadeo industrial digital: la privacidad. La compañía de la manzana pretende ofertar seguridad tras enfocar su ecosistema y sus dispositivos a resguardar la información de sus clientes sin aprovecharse de su tentadora posición privilegiada.
El gigante americano ha profesionalizado su web dedicada a la privacidad con más información y herramientas extra. Es evidente que en un aparato con pocos centímetros cuadrados se almacena nuestra información bancaria y nuestro trabajo. En definitiva, nuestra vida.
Y Apple con esta web apuesta por explicar qué información recopila iOS o contar qué hacen cuando unos terceros, la Policía o el comercio, pretendan conocer alguna información de su usuarios. ¿Se comporta Apple realmente de forma honesta en tiempos de guerra? Pasen y vean.
TIM COOK SE EXPLAYA SOBRE LA PRIVACIDAD
Tim Cook se explayó con gusto en el Parlamento europeo con la intención de que se reforme la ley de privacidad… en Estados Unidos. Afirma el CEO de Apple que la compañía cree que «la privacidad es un derecho humano fundamental, pero también reconocemos que no todos lo ven de esa manera».
Es decir, Apple afirma que es el delfín simpático en un mar plagado de tiburones. Pero Cook no apuntó simplemente a sus competidores, sino que sumó al siniestro club a gobiernos con intenciones de injerir en el día a día de los ciudadanos que controlan.
Y alarmó: «Nuestra propia información, desde lo cotidiano hasta lo profundamente personal, se está armando contra nosotros todos los días. No deberíamos endulzar las consecuencias, esto es vigilancia. Esto debería hacernos sentir muy incómodos, nos debería inquietar».
LOS REGALOS CIUDADANOS
Dice la manida frase que cuando una empresa no te cobra por el producto la mercancía eres tú. Sin embargo, la ciudadanía ha mostrado una enorme pasividad hacia esta alarma global que se infiltra cual pandemia por los dispositivos electrónicos acumulados en solitarios hogares de un mundo cada día más individualizado.
Cook apuesta por obligar a las empresas a convertir todos los datos en anónimos, situación que aun así seguiría siendo mercantil, ofrecer transparencia a los clientes para saber qué datos conocen las compañías, dar la posibilidad de editar y borrar cualquier dato, y posibilitar la manera de asegurar sus datos.
El CEO afirma que «nuestra propia información, desde lo cotidiano hasta lo profundamente personal, se está armando contra nosotros con eficiencia militar. Estos fragmentos de datos, cada uno inofensivo por sí solo, se ensamblan, sintetizan, comercializan y venden cuidadosamente».
EL GOBIERNO MUNDIAL DE AZNAR
José María Aznar esboza una interesante tesis en su último libro. El ex presidente español afirma en ‘El futuro es hoy’ que se ha posibilitado la creación de una especie de Gobierno mundial entre las élites tecnológicas que controla el globo gracias a la información privilegiada.
Esta información los atrinchera con armas informativas, los hace inmunes a las urnas y quizás hasta a las leyes. Los escándalos de Facebook y Cambridge Analytica han ayudado a concienciar al ex presidente y también a Cook, que sitúa a la regulación europea como modelo global.
APPLE NO ES INMUNE A LA INSEGURIDAD
Apple pontifica sobre la privacidad, pero la compañía ha reconocido que hasta en apenas medio año la Policía les ha solicitado información en aproximadamente 30.000 ocasiones. Esto debiera ser motivo de seguridad colectiva, pero en nuestro país ya hemos visto que existen miembros de los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado que pedían información para extorsionar.
También hay que tener en cuenta que Bloomberg destapó que Amazon ha mantenido una vinculación comercial con Supermicro, servidores que fueron manipulados con microchips espía.
No hay que olvidar que el mes pasado Apple lanzó el nuevo sistema operativo macOS Mojave para Mac y un experto en seguridad tardó unas pocas horas en demostrar la vulnerabilidad del nuevo invento. Es decir, que todavía no hay un lugar seguro tras la llegada de la tormenta por mucho que se impartan clases de buenas intenciones.