Una nueva corriente ha llegado a los mercados y ha entrado con fuerza en el patrimonio de los fondos de inversión: la igualdad de género. Las inversiones en fondos de estas características aumentaron un 41% en junio de 2017, hasta alcanzar los 910 millones de dólares. En 2016, la cifra era de 645 millones de dólares y de 100 millones de dólares en 2014, según Veris Wealth Partners.
En su análisis,esta consultora señala que el crecimiento de los activos gestionados en fondos de igualdad de género es una «señal poderosa» de que los inversores quieren más opciones cuando se trata de poner capital a trabajaren beneficio de las mujeres para crear una economía próspera y un mundo equitativo para todos. El primer fondo de estas características se lanzó en 1993. Pero, aunque los fondos de inversión de igualdad de género están en auge, aún son una ínfima parte de la industria de fondos sostenibles, cuyo patrimonio se cifra hoy en 22,9 billones de dólares.
En España, Banco Santander acaba de lanzar el primer fondo de inversión directamente relacionado con la igualdad de género. Se trata de Santander Equality Acciones, que invierte en renta variable internacional y que está gestionado por Lola Solana y su equipo. Con esta apuesta Santander refuerza su liderazgo en fondos sostenibles en España. En los últimos años, Lola Solana ha recibido varios premios, entre los que destacan, en 2017 y 2018, el galardón de Citywire como mejor gestora, el premio de Expansión-Allfunds Bank al mejor fondo de renta variable española en 2017, la distinción como mejor fondo de renta variable española en 2017 de la revista Inversión a Fondo de El Economista y el premio BME Blas Calzada Ibex 2017.
El Santander Equality Acciones aplica criterios financieros y extra-financieros o de Inversión Sostenible y Responsable (ISR) en su gestión, es decir, criterios Ambientales, Sociales y de Gobierno corporativo (ASG). Este mandato establece un doble objetivo. Uno específico centrado en la valoración del compromiso y apoyo a la diversidad de género de las compañías analizadas, y otro general que permita valorar el comportamiento global de las empresas en materia ASG. Un comité interno, integrado por miembros de Santander Asset Management, identifica aquellos activos que, por un lado presenten buenas perspectivas financieras, y al mismo tiempo que mejor gestionen o promuevan la diversidad de género, cumpliendo además con una valoración global adecuada en materia ASG. El comité interno es el responsable de que los activos en que invierte el fondo sigan el mandato ASG.
El fondo Santander Equality Acciones tiene en cuenta indicadores de evaluación que sirven para realizar el análisis más específico, enfocado a elementos que reflejen la implicación de las empresas en favor de la diversidad de género en todas las líneas de su estructura. Actualmente, son un total de siete criterios, tales como número y porcentaje de mujeres en el Consejo de Administración, empresas lideradas por mujeres (bien sea Presidenta o Consejera Delegada), porcentaje de mujeres empleadas, porcentaje de mujeres en niveles intermedios, porcentaje de mujeres en puestos directivos, publicación de la brecha salarial entre hombres y mujeres o políticas de igualdad de oportunidades. La tendencia para los próximos años es que se vayan incorporando más elementos de análisis que amplíen y completen los índices que hasta ahora se están utilizando.
Invertir en este tipo de fondos no solo forma parte de un compromiso con la sociedad sino que varios estudios muestran que es rentable. Según un informe de UBS, las compañías que cuentan con al menos un 20% de mujeres en sus consejos de administración y en puestos de alta dirección obtienen mejores resultados que sus homólogos con una peor política de diversidad de género. Lo mismo se aplica a las empresas que tienen más de un 30% de mujeres en todas sus posiciones de dirección (por encima de la media del 25%) y que cuentan en conjunto con entre un 40%-60% de mujeres en su plantilla (la media se sitúa en 36%).
Por su parte, McKinsey Global Institute, en su informe Delivering Through Diversity, concluyó que existe una correlación entre las mejores prácticas de diversidad y el rendimiento de la empresa y señalóque el avance de la igualdad de las mujeres podría agregar 12 billones de dólares, o el 11%, al crecimiento global para 2025.