Ocurrió en febrero de 2014. La multinacional suiza Nestlé estaba convencida de que la cosmética era un mercado jugoso. Por aquel entonces, creó la división Nestlé Skin Health tras adquirir el 50% que le quedaba de Galderma, la empresa conjunta que había arrancado con L’Oréal. ¿Coste de la operación? 3.050 millones de dólares.
No ha pasado ni un lustro y Nestlé quiere vender esta parte de su negocio que fabrica y vende medicamentos bajo receta para el cuidado de la piel y otros productos para la salud. Según Bloomberg, Credit Suisse valora Nestlé Skin Health en una cantidad que estaría entre los 8.000 y los 10.000 millones de dólares. Menos optimistas son los datos que ofrecen Financial Times (7.200 millones de dólares) y Wall Street Journal (4.100 millones de dólares).
Johnson & Johnson se perfila como el posible comprador aunque tiene la competencia de algunos fondos
Ya el pasado año esta división sufrió una reestructuración dado que la rentabilidad conseguida no se ajustaba a las previsiones. En la parrilla de salida de posibles candidatos, a la cabeza está Johnson & Johnson (de conseguirlo reforzaría su posición como número uno mundial del mercado de cosméticos), aunque también está previsto que formen parte de la terna fondos como KKR y Apax Partners. La loción Cetaphil, el tratamiento contra el acné Proactiv y los removedores de arrugas que compiten con Botox forman parte de la cartera de productos de Nestlé Skin Health.
NESTLÉ SIGUE LOS PASOS DE PROCTER & GAMBLE
Nestlé está inmersa en un proceso en el que pretende deshacerse de aquellas secciones que están lastrando su crecimiento. Así, en el camino ya se ha dejado su división de confitería en Estados Unidos, que vendió a Ferrero por 2.800 millones de dólares, y Gerber Life Insurance, su compañía de seguros, por 1.550 millones de dólares, a Western & Southern Financial Group. Junto a Skin Health, también tiene el cartel de ‘se vende’ la firma de embutidos y productos cárnicos Herta.
¿Está perdiendo músculo Nestlé? Lo que más bien está haciendo es poner el foco en aquello que ha venido haciendo toda la vida, es decir, en centrarse en los negocios de alimentos y bebidas: Nesquik, Nescafé, Aquarell, Chocapic…
Un movimiento similar ya lo inició en 2015 Procter & Gamble. A mediados de ese año vendió a Coty Inc., por 12.500 millones de dólares, 43 marcas de productos de belleza. Entre ellos, Max Factor, CoverGirl y Wella.
El motivo fue el mismo que ahora esgrime Nestlé: centrarse, y concentrarse, en aquello que se les da mejor. De las 200 marcas que tenían repartidas en 29 categorías, adelgazaron a tan solo 65 marcas de diez categorías. ¿Por qué? Porque no eran líderes en todas ellas. Dicho de otra forma, las marcas vendidas representaban entre el 10% y el 15% de la facturación, pero sólo el 5% del beneficio.
A mediados de 2017, el fondo norteamericano Third Point entró en el accionariado de Nestlé al adquirir el 1,25% por algo más de 3.500 millones de dólares. Daniel Loeb, su propietario, dejó claro desde el primer momento que había que incrementar las cifras de negocio. Para ello había que vender activos no estratégicos.