DKiss cerró septiembre con un promedio de nueve décimas de share y evidentes dificultades para que varios de sus espacios superen el umbral de los 100.000 espectadores de media. Unos números residuales y unas discretas cifras de negocio podrían obligar a Blas Herrero a desprenderse de una señal que obtiene impactos de audiencia y números económicos por debajo de los logrados por algunos canales de pago.
Varias ‘majors’, entre ellas FOX, están atentas al mercado secundario audiovisual español con la intención de complementar sus canales clásicos con una señal en abierto que compita con DMax, Disney Channel o Paramount Network.
Con esta previsible operación Blas Herrero podría poner fin al ‘cuento de la lechera’ de la TDT, que se advertía como un jugoso negocio antes de las malas previsiones del negocio televisivo actual, frenazo provocado por el crecimiento plano del mercado publicitario y la entrada de las OTT.
UN MAL NEGOCIO ‘POLÍTICO’
La adjudicación de seis nuevas señales televisivas antes de las elecciones de 2015 se leyó en la industria como una medida del Gobierno para que los medios más influyentes tuvieran una posición dócil con los intereses del Partido Popular.
Entre los adjudicatarios estuvo Blas Herrero, que tiene o al menos tuvo en nómina al marido de María Dolores de Cospedal, tal y como demostró El Confidencial. Pero su compañía mediática, Kiss Media, no está pasando por sus mejores momentos por culpa de su televisión, que emite casi en exclusiva espacios del catálogo Discovery con target femenino.
La apuesta de DKiss por la producción propia ha sido escasa y en sus primeros 29 meses de emisión tan solo en una ocasión alcanzó el soñado 1% de share. Estos discretos números han conllevado un problema económico para la matriz del canal. El holding multimedia perdió 4,5 millones de euros en 2016 y 4,8 en 2017 tras haber triplicado sus gastos por el lanzamiento de su televisión.
BLAS HERRERO APOSTÓ POR LA GUERRA EN VEZ DE HACERLO POR LA TELEVISIÓN
DKiss cuenta con unos gastos inferiores a los 20 millones de euros anuales y lleva menos de tres años emitiendo. Pero el pequeño canal de Blas Herrero ha entrado por el ventanal de la industria al echarle un pulso a Mediaset y Atresmedia, que invierten alrededor de 700 millones de euros anuales, cuentan con 1.000 trabajadores fijos y tuvieron que dejarse la piel para ser rentables tras más de un lustro por el desierto.
Aun así Blas Herrero no se amilana: lanzó una Asociación de pequeñas TDT al margen de UTECA, de la que previsiblemente será expulsado, y se personó en el expediente abierto por la CNMC contra Mediaset y Atresmedia por las posibles prácticas publicitarias irregulares de ambas compañías.
El pequeño canal de Blas Herrero ha entrado por el ventanal de la industria al echarle un pulso a Mediaset y Atresmedia, que invierten alrededor de 700 millones de euros anuales
Ambos operadores están que trinan contra el empresario asturiano, que según explican fuentes televisivas a MERCA2.es «no invierte en DKiss porque tiene un alquiler disfrazado con Discovery» para evitar invertir.
Alejandro Echevarría, presidente de UTECA hasta finales de año, afirmó en junio que la asociación «durante sus 20 años de historia siempre ha afrontado los retos del sector de manera unitaria y consensuada», en claro recado a Kiss Media.
LA CNMC PODRÍA DICTAR SENTENCIA ANTES DE AÑO
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia dictará sentencia antes de año. Mediaset y Atresmedia se enfrentan a sanciones que podrían sumar más de 200 millones de euros porque podrían haber limitado «injustificadamente la entrada y expansión de terceros operadores en el mercado de la publicidad televisiva en España».
Este hecho causa pavor entre los principales operadores televisivos en abierto, ya que una sanción de estas características podría provocar un socavón en unos momentos delicados para una industria audiovisual española que no deja de hundirse en la bolsa.