Este 28 de septiembre, Ryanair se enfrenta a una huelga de trabajadores en España, Portugal, Bélgica, Italia, Alemania y Holanda. Otra más que se suma a las cuatro que ha sufrido en verano. En todas ellas, la low cost ha tratado de desvincularse de los motivos para no pagar las indemnizaciones a los usuarios afectados. En este caso, incluso, arremete contra las empresas que informan sobre los derechos a los pasajeros.
El número de vuelos cancelados para esta huelga es de 158, por lo que cerca de 30.000 pasajeros se verán afectados por estos paros. Los usuarios no solo podrán reclamar la devolución del importe del billete, sino también una indemnización cuyo importe dependerá de los kilómetros que realice el vuelo: entre 250 y 600 euros, tal y como dicta el Reglamento de la Unión Europea 261/2004 y una sentencia del Tribunal Superior de Justicia Europea.
“Junto con la compensación económica, de la que no se habla en la comunicación enviada por la compañía irlandesa, el pasajero aéreo afectado por la huelga puede reclamar a Ryanair los daños materiales y morales que se deriven de la cancelación del vuelo. Esos daños son, principalmente, noches de hotel pagadas, alquiler de vehículos, entradas a monumentos o eventos”, asegura Iria Aguete, responsables del departamento de aerolíneas de reclamador.es.
Hasta aquí todo correcto. El problema es que el pago de indemnizaciones puede suponer un agujero en las cuentas de la aerolínea, cuyo modelo de negocio se está poniendo en duda. Así, los más de 120.000 pasajeros afectados por los nueve días de huelga que sufrió Ryanair en verano pueden suponer una compensación de 33 millones de euros, según la plataforma online que gestiona demandas a aerolíneas, AirHelp.
Por ello, Ryanair ha intentado desacreditar a esta misma plataforma por informar del tipo de indemnizaciones a las que tienen derecho. “Las declaraciones realizadas por esta compañía cazarrecompensas carecen de fundamento. AirHelp ofrece sus servicios a precios muy altos y está diseñada para generar publicidad gratuita de un servicio costoso e innecesario”, alega la compañía.
¿QUIÉN TIENE RAZÓN?
Desde la low cost aseguran que la compensación EU261 no se aplica en los casos de cancelación de vuelos por huelgas de sindicatos, ya que se trata de circunstancias extraordinarias que están completamente fuera del control de Ryanair.
Pero el Reglamento de la Unión Europea 261/2004 y una sentencia del Tribunal Superior de Justicia en abril de este año desmienten la teoría de Ryanair. “Una huelga salvaje del personal de navegación a raíz del anuncio por sorpresa de unas medidas de reestructuración no constituye una «circunstancia extraordinaria» que permita a la compañía aérea liberarse de la obligación de indemnización en caso de cancelación o de gran retraso de un vuelo”, reza la sentencia ante una huelga en septiembre de 2016 de TUIfly que obligaba a dicha aerolínea a pagar indemnizaciones.
De esta forma, la normativa europea entiende que solo se puede dar una circunstancia extraordinaria cuando no sea “inherente al ejercicio normal” de la compañía y “escape al control efectivo” de esta. Dos requisitos que no se dan en caso de huelga.
No obstante, la compañía se escuda en otros casos. “A lo largo de los últimos años, pilotos y tripulación de cabina en Alemania han ido a la huelga más de 15 días, y a Lufthansa no se le exigió pagar compensaciones EU261. Asimismo, la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido debería explicar por qué no actuó bajo la legislación EU261 durante la huelga de tripulantes de British Airways del año pasado”, sentencian.
NUEVA HUELGA EN EUROPA
USO y Sitcpla en España, junto con los tripulantes de Portugal, Bélgica, Alemania, Italia y Holanda, han convocado una huelga en Ryanair este 28 de septiembre tras no alcanzar un acuerdo con la compañía, que en verano ya tuvo que cancelar más de 1.500 vuelos por los paros de sus trabajadores.
Estos profesionales exigen que se aplicase la legislación nacional de cada país en el que opera, con las mismas condiciones laborales a todos los TCP, tanto de la propia empresa como los contratados por agencia o ETT.
Lejos de resolver los problemas, la situación y los paros podrían prolongarse en el tiempo. Algo que haría mella en las cuentas de Ryanair ya que será más elevado el importe en concepto de indemnizaciones que tendrá que pagar a los trabajadores.