Tras el parón veraniego, es momento de afrontar la vuelta al trabajo. Los fabricantes de vehículos lo saben y tratan de adaptarse a las nuevas demandas. De esta manera, las plantas de producción españolas han realizado varios movimientos para poder así enfrentarse a los desafíos de un sector tan competitivo.
Seat ha sido una de las primeras marcas en mover ficha. En una carta del presidente de la compañía, Luca de Meo, dirigida a todos sus empleados, la firma ha mostrado la situación en la que se encuentra y sus necesidades. En los seis primeros meses del año, Seat matriculó 342.700 vehículos, lo que supone un crecimiento del 20,1%. Además, la firma obtuvo un beneficio operativo récord de 212 millones de euros.
“Unos resultados que nos sitúan, por otra parte, en una posición de fortaleza ante los retos que se presentan en la segunda mitad del año, especialmente en lo relativo a la nueva normativa de homologación, la denominada WLTP, que entró en vigor el 1 de septiembre”, explicaba De Meo.
Porque sí, Seat también tiene problemas. La adaptación a la nueva normativa está provocando que el Grupo Volkswagen esté sufriendo retrasos en el suministro de motores. El consorcio tiene que homologar más de 260 variantes de propulsores. Por ello, la producción de vehículos se ha ralentizado. Y Seat no es una excepción.
Esta escasez hará que entre septiembre y diciembre la planta de Martorell deje de producir más de 10.000 vehículos. A ellos se le suman otras tantas cajas de cambio. Entre los modelos afectados se encuentran el Ibiza y el Arona, que comparten la misma plataforma. En menor medida, estas restricciones también harán que se disminuya el número de Seat León que se fabrican.
Asimismo, De Meo ha querido destacar la problemática del diésel. Tal como ha señalado, el cambio de tendencia de la demanda de vehículos diésel por parte de los clientes, «también está afectando a toda la industria del automóvil».
A pesar de todo, la compañía ha querido dejar claro que, gracias al Convenio Colectivo de la empresa, se aplicarán las medidas de flexibilidad “que minimizarán la repercusión en el día a día de la fábrica”. De esta manera, la firma evitará el ERTE del que se ha hablado en los últimos meses.
VOLKSWAGEN NAVARRA
Quien no ha corrido la misma suerte ha sido la planta de Volkswagen en Navarra. La falta de suministro de mecánicas ha afectado a las instalaciones del consorcio en Landaben. Por ello, se han visto obligadas a cerrar entre el 3 y el 12 de septiembre. Un ERTE que afecta a todos los trabajadores de la compañía.
En este caso, los empleados percibirán la prestación por desempleo que les pueda corresponder. Además, la firma se hará cargo de suministrar un complemento hasta alcanzar la cuantía bruta equivalente al sueldo y la antigüedad de cada persona en particular.
Por otro lado, la dirección de la empresa mantiene las buenas perspectivas para los próximos meses. Entre los principales motivos se encuentra el éxito que está teniendo en el mercado la sexta generación del Volkswagen Polo. Por su parte, el lanzamiento del T-Cross, que se convertirá en el segundo modelo de la fábrica, augura un buen futuro para las instalaciones navarras.
PSA CONTRATARÁ A 200 PERSONAS EN ZARAGOZA
Un caso muy distinto es el del Grupo PSA. Gracias al incremento de la demanda del Opel Corsa 5 puertas, el consorcio contratará a más de 200 personas para su centro de Zaragoza. De esta manera, pondrá en marcha a partir de mediados de octubre un turno parcial de noche.
Tal como ha explicado la compañía, la “excelente adaptación” al mercado de otros modelos como el Opel Crossland X, el Citroën C3 Aircross y el Opel Mokka X, que también se fabrican en Zaragoza, ha hecho que se exceda la capacidad de producción de la factoría.
“Con esta gran noticia, para la factoría, nuestra base de proveedores y el sector de automoción en Aragón y en España, nos movemos paso a paso para alcanzar nuestro objetivo de trabajar a plena capacidad en los tres turnos y en las dos líneas de producción, en una planta más competitiva y con mejores garantías de futuro para todos”, ha señalado el directo de la planta de Zaragoza del Grupo PSA, Antonio Cobo.