No quieren llamarlo guerra, ni siquiera conflicto, Unauto, la patronal de las empresas de vehículos con conductor, quiere transformar esos términos en diálogo. Hablar de soluciones para que los 15.000 puestos de trabajado que han generado no se vayan por la borda.
Ese es su principal valor, el trabajo creado en una sociedad machacada por la crisis, que vio cómo el mundo laboral prescindía de miles de trabajadores. Principalmente mujeres y hombres de una edad comprendida entre los 40 y 50 años que sufrieron en primera mano los despidos y que han encontrado una segunda oportunidad en este sector.
Ese es el leitmotiv de su nueva campaña publicitaria, enmarcada en el eslogan “En el futuro cabemos todos”, mostrar como personas de todas las edades puede optar a un trabajo, a través de una de sus licencias y empleos. La campaña está medida al detalle y se muestra desde los ojos de los empleados. En uno de sus anuncios aparece una mujer, de unos 45 años, que conversa con el cliente y le cuenta que años atrás se dedicaba al sector publicitario, que sufrió la crisis, el despido y que no encontró ningún empleo, tras varios años de búsqueda. Ahora, gracias a la adquisición de su licencia, se ha incorporado al mercado laboral.
Unauto quiere que los ciudadanos decidan, que no se vea a los usuarios como niños de guardería, sin capacidad de elección, y que se respete su capacidad de decidir entre las múltiples opciones. Insisten en que en las ciudades hay mercado para todos y que la competencia favorece la igualdad de oportunidades. Eduardo Martín, presidente de la patronal, pone el acento en que las empresas a las que representan encuentran salidas al paro, y que son sostenibles. Además, apela a la repercusión positiva sobre la economía española y a las sentencias judiciales. Según dato aportados por la patronal, estas compañías generan un impacto de 750 millones de euros anuales, y esperan que en el próximo año y medio superen los 1350 millones, además de generar 10.000 puestos de trabajo más.
EL ETERNO CONFLICTO CON LA RATIO
En cuanto a la ratio marcada por ley, que establece que debe existir una proporción de un coche con licencia VTC cada 30 taxis, Martín asegura que todas las licencias concedidas son “100% legales” y remarca que son los jueces los que lo han confirmado, haciendo referencia a las múltiples sentencias favorables que han recibido, por parte del Tribunal Supremo. “No se puede eliminar las licencias que ya se han concedido, esta ley no puede tener carácter retroactivo, es como si de repente se volviera a prohibir el divorcio, obligando a todos los divorciados a volverse a casar con sus anteriores parejas”, señala. De ser así se expropiarían más de 10.000 autorizaciones.
Para las VTC la competencia está enriqueciendo al taxi, “a muchos taxistas les ha visto muy bien, se han puesto las pilas”, aseguran. No se trata de rivalizar sino de encontrar un camino común. La patronal señala que hay algunas medidas que pueden adoptar ambas opciones y que pueden favorecer el servicio, entre ellas:
- Flexibilidad en el precio, es decir que exista la posibilidad de aplicar descuentos y que varíe el precio según horario
- Viajes compartidos, lo que repercutiría en más usuarios, más ganancias para el conductor y mejor precio por trayecto
- Transparencia: que se fije un registro electrónico para igualar la carga fiscal y asegurarse de que todos pagan por lo que generan
Preguntado por los casi 4000 millones de euros, que estas compañías han cuantificado como posible indemnización por parte del estado, si los tribunales anulan los permisos ya aprobadas, Martín asegura que no valoran esa posibilidad, “no queremos indemnizaciones, pero sí dar a conocer lo que supondría que retiraran las licencias”.
Unauto espera con recelo una reunión con el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, que aseguró en su comparecencia a petición propia en el Congreso, que se reuniría con todas las partes. «Estamos esperando a que nos reciba», apunta. Sobre la mesa, el modelo sostenible de las VTC, y sobre todo la fiscalidad del taxi. La mayoría de los taxistas tributa a través de módulos, sin embargo las VTC lo hacen por estimación directa, además no funcionan con efectivo, por lo que es muy fácil controlar el gasto.