Que los coches eléctricos no están todavía asentados en la sociedad española no es una novedad. Sin embargo, estamos acostumbrados a ver cómo cada mes las ventas de vehículos ‘cero emisiones’ crecen de manera exponencial.
Este agosto la cosa ha cambiado. Con datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive), el mes pasado se matricularon 709 automóviles eléctricos puros, lo que supone cerca de un 8% menos que los 773 vehículos de este tipo que se entregaron en el mismo mes del año pasado.
Era de esperar, pero es de lamentar. A pesar de todas las acciones que se están llevando a cabo para potenciar una movilidad más ecológica y menos contaminante, el cambio a partir de este septiembre a la nueva homologación WLTP ha provocado que en agosto se vendiesen menos coches eléctricos. Una contradicción.
Esto se debe a que las marcas han potenciado la comercialización de sus automóviles más contaminantes para así evitar que se encarecieran con la nueva normativa. Nos hemos olvidado del objetivo. Lo principal ha sido vender y no cuidar el medioambiente.
Por su parte, el número de vehículos híbridos enchufables matriculados en el mes de agosto ha crecido más de un 24%, hasta 419 unidades. Esto hace que la suma de estas dos modalidades se sitúe en los 1.128 automóviles, muy cerca de los 1.110 vehículos de estos dos tipos que se entregaron en el mismo mes estival de 2017.
POCOS Y MAL REPARTIDOS
Que se estanque el segmento de modelos más limpios en un mes en el que el total del mercado creció casi un 50% es, como poco, para que salten las señales de alarma. Queda claro que la idea continúa siendo vender vehículos de combustión interna, más rentables para las marcas, ya que tiene mayores costes de reparación y revisión.
A pesar de esto, en lo que va de año se matricularon en España 8.657 vehículos eléctricos y 3.574 híbridos enchufables, un 80% y un 100% más en relación con el mismo periodo del año pasado. Sin embargo, dos tercios de los mismos se entregaron en Madrid y Barcelona, lo que viene siendo habitual. De esta manera, el resto del país se mantiene bastante al margen.
Quizá es porque solo en las grandes ciudades se han dado casos de no poder acceder al centro con tu coche particular en episodios de alta contaminación. Puede que tenga que ver con que todavía no existen suficientes puntos de recarga eléctrica por el país. Sea por lo que sea, las cifras hablan por sí solas. Parece que todavía hay mucho que mejorar si queremos llegar a una movilidad más limpia.
A LA ESPERA DEL PLAN VEA
El empuje definitivo para un buen cierre de año podría darse con la llegada del Plan VEA de ayudas a la compra de Vehículos Eléctricos y Alternativos. Debido a su tramitación en los Presupuestos Generales del Estado ha tenido varias moratorias. Sin embargo, todo parece apuntar que estará operativo en el último trimestre de este 2018.
Dividido en dos partes, está dotado de un total de 66,6 millones de euros. La gran mayoría, 50 millones, será gestionada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Por su parte, la Secretaría de Estado de Energía estará a cargo de 16,6 millones.
Sin embargo, desde asociaciones como Aedive reclaman la necesidad de unir ambas aportaciones. De esta manera, según pide la organización, sería necesario que la IDAE gestionase el monto total y así simplificar la tramitación de ayudas y reducir el desconcierto de agentes y clientes.