La nostalgia, la incertidumbre, el miedo a la pérdida… Todas estas sensaciones y muchas otras influyen de una manera directa en los usuarios a la hora de cambiar de hogar. Mudarse no es tan sencillo y los precios no son los únicos que pueden desequilibrar la balanza. El corazón, también juega su baza.
Century 21, la mayor red de intermediación inmobiliaria del mundo, presenta el “I Observatorio del Mercado de la Vivienda en España”, una iniciativa que pretende dar luz a la situación actual del sector de la vivienda en nuestro país, y donde se reflejan las tendencias, actitudes y opiniones tanto de compradores y vendedores como de arrendatarios y arrendadores con respecto a las características de las viviendas y los factores emocionales que conllevan el cambio de hogar.
Cambiarse de casa o vender una propia nunca ha sido un tema sencillo. Para muchos, de hecho, supone una montaña rusa de emociones, que abarcan desde el entusiasmo hasta la frustración, pasando por el estrés. Por ello, desde el I Observatorio del Mercado de la Vivienda se han analizado las distintas emociones que se producen al buscar una nueva vivienda, además de aquellas que surgen cuando se vende o alquila un inmueble propio.
LA COMPLEJIDAD EMOCIONAL DE ELEGIR OTRA VIVIENDA
Según este informe, el 44,3 % de los españoles que buscan vivienda se sienten embriagados por el entusiasmo al cambiar de aires, sensación muy similar a la del 38,6% que está ilusionado por comenzar una nueva etapa. También un 26 % mantiene una visión positiva y manifiesta emoción por buscar y ver viviendas. Muy de cerca, el 24,5% siente felicidad por la elección y compra o alquiler llevados a cabo…
NO TODO SON BUENAS SENSACIONES
Sin embargo el cambio de casa no está libre de sentimientos menos positivos. El 42,1% de los encuestados siente también inquietud ante la incertidumbre de saber siestá tomando la decisión correcta. El 41,6% no encuentra exactamente lo que quiere, y ello le produce estrés y tensión. Además, la preocupación por la gestión financiera y el compromiso que un nuevo hogar conlleva (27,2%), sumado a la frustración por no poder adquirir el tipo de vivienda que se desea (22,4%) son también una serie de emociones que aparecen con frecuencia a la hora de buscar, alquilar o adquirir una nueva casa.
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DEJAR EL HOGAR PRODUCE NOSTALGIA
En este tipo de situaciones es lógico que la contradicción acompañe a quien ha decidido vender o alquilar su vivienda. La ilusión por una nueva etapa es la emoción predominante según los encuestados (31,3%). Sin embargo, esta sensación va de la mano con la nostalgia de tener que dejar la casa en la que se vivía hasta ahora (26,1%). Lo mismo sucede con el entusiasmo ante la idea de vender el inmueble que admiten sentir el 23,8% de los encuestados y la sensación de felicidad al conseguir que alguien compre la vivienda (21,9%), ambas van seguidas muy de cerca por el temor a equivocarse (21,4%), el estrés de no encontrar comprador (19,8%) y la preocupación ante las gestiones administrativas, fiscales o financieras que manifiestan un 19,5%.
Por otro lado, un 14,3% admite que siente frustración si no consigue vender el inmueble por la cantidad que tenía previsto, lo que contrasta con un 7,4% al que le emociona enseñar la vivienda a los compradores.