El tema de las pensiones está, ahora mismo, en el centro del debate público. Día tras día, cientos de pensionistas en España se movilizan pidiendo que los subsidios por jubilación queden garantizados como un derecho.
Miles de personas se manifiestan en la #AsteNagusia2018 #Bilbao por unas pensiones públicas dignas. Gobierne quien gobierne las pensiones se defienden #EuskalHerria #PensionesDignas #España #MarcaEspaña pic.twitter.com/kD2fpLAG3s
— r (@rsanturtzi) 20 de agosto de 2018
El motivo fundamental para que se dé esta situación es que el envejecimiento de la población hace que se extienda la preocupación de que el actual sistema no es sostenible. Por ello, hay organismos que defienden llevar a cabo ajustes o cambiarlo completamente para que la economía pueda soportar el peso que supone la jubilación de una tercera edad mucho más numerosa.
Este punto de vista ha llegado hasta el extremo de que el Banco de España (BdE) lo ha puesto de manifiesto en su «Estudio sobre la viabilidad del sistema de pensiones» y ha pedido medidas como una mayor edad de jubilación (rondando los 70) para que esta fórmula se pueda mantener.
Este tema es tan importante que la subida del 1,6% de la retribución a los jubilados fue la clave para negociar los presupuestos entre el PP y el PNV. Además, los acuerdos Podemos-PSOE están supeditados a la subida de las mismas conforme al IPC.
¿TIENEN FUTURO LAS PENSIONES?
Desde la asociación Garanticemos las Pensiones se afirma que la demografía, el hecho de que 2017 fuera el año con menor natalidad desde hace cuatro décadas y que la población cada año esté más envejecida, no es realmente el problema y que este es un enfoque equivocado.
Su presidente, Jacinto Roldán, explica esto de la siguiente manera: «la pensión de los jubilados no la debería pagar la población activa, aunque termina siendo así; y por el contrario la deberían haber pagado los que ahora son jubilados con su trabajo y actualmente hay un millón y medio de pensionistas bajo el umbral de la pobreza».
Esta asociación se ha reunido con todos los partidos del arco parlamentario excepto con el PP, que es el único que no ha querido tener una reunión para escuchar las propuestas de la plataforma, y confiesan que se sienten defraudados con los políticos por esta situación. «Todo son buenas palabras, se abusa de nuestra confianza, se nos promete muchas cosas pero luego nada».
Además, según Jacinto, los acuerdos políticos en torno a este tema llevan años siendo oportunistas y no se busca realmente resolver el problema de fondo. En concreto, afirma que el pacto del PP con el PNV para subir un 1,6% las pensiones fue «un auténtico parche» y que «no es una cuestión de que suban las pensiones 5 euros, sino que logren garantizar que las generaciones que vendrán tengan garantizado esto como un derecho».
LA POSIBLE SOLUCIÓN PARA SALVAR LAS PENSIONES
Las pensiones están garantizadas como tal en el artículo 50 de la Constitución. Por lo tanto, cuando se habla de garantizarlas, se habla de encontrar una forma de que ese artículo pueda mantenerse económicamente y no tenga que cambiarse.
Desde la asociación afirman que se trata de una reforma profunda (sobre todo de la legislación laboral) que afectaría a todos los sectores de la economía. Esta se basaría en la obligación de pagar pensiones mínimas de 1.080 euros, emprender medidas contra el fraude fiscal y la precarización, sobretodo acabando con la reforma laboral del PP a la que culpan de esta situación.
LAS ALTERNATIVAS PRIVADAS: «UN INSULTO»
Los países que más altas tienen las pensiones, Holanda y Suecia, tienen planes de pensiones complementarios. Pese a esto, desde la asociación niegan que ésta sea una opción para España porque «se hace en países con condiciones muy distintas a las nuestras, principalmente salarios mucho más altos» y que «en países como éste donde hay sueldos bajos es impensable que los trabajadores quiten parte de su sueldo para un plan privado».
Jacinto Roldán se ha mostrado mucho más tajante con la medida propuesta por Ciudadanos: la mochila austriaca. Esta medida significa que los empresarios van pagando al mes un ahorro para el trabajador y es garantizado por el Estado, como si fuera un plan de pensiones privado pero que te hace tu compañía. Este dinero sirve como colchón para complementar el paro, la jubilación o para iniciar un nuevo proyecto.
Garanticemos las Pensiones afirma que en su reunión con Ciudadanos les propusieron esto como una fórmula para hacer más viable el sistema. Desde la asociación afirman que «es un plan privado obligatorio, lo peor que se puede hacer. Eso es querer cargarte el sistema público de pensiones. No hace falta inventar nada. Esa medida nos parece un insulto«.
LOS PENSIONISTAS, UN MOVIMIENTO DIVIDIDO
Las manifestaciones que ahora se están produciendo (aunque ahora en verano han decaído) son una prueba de la situación del movimiento en la actualidad. Nadie que no sea de la tercera edad prácticamente participa y es un colectivo muy complicado de movilizar.
Desde la asociación admiten estas dificultades y por ello califican de «verdadero éxito» que se haya movilizado a tanta gente, teniendo en cuenta que cada organización funciona de forma independiente y ha habido muy poca coordinación entre ellas.
Garanticemos las Pensiones ha explicado que esta situación podría llegar a su fin este septiembre ya que casi todas las organizaciones están en la fase final de unas negociaciones para ir todas juntas a manifestarse «bajo una misma bandera y una misma consigna».
Además otra de las complicaciones que el movimiento se ha encontrado estos meses ha sido la insolidaridad de la gente más joven que, según el presidente de la plataforma, «ha cerrado los ojos a su propia realidad y no es consciente de que mañana le van a haber hecho la cama y podría perder el sistema de pensiones».