Hacía tiempo que no se vivía un verano tan intenso en el sector de la telefonía. Además, todo se ha calentado por la recompra de los derechos del fútbol que, en estos momentos, están en manos de Telefónica. Bajo este escenario, Orange accedió a negociar con el operador azul y tendrá todo el fútbol, mientras que Vodafone no entró. Eso ha provocado que los rojos tuvieran que buscar rutas alternativas para la captación de clientes, algo que sorprendió a todos aunque, curiosamente, algunos han entrado al trapo.
Y es que desde hace semanas Vodafone tiene un ritmo frenético a nivel de relaciones públicas y marketing. Sabe que en estos momentos tiene una cierta desventaja competitiva con respecto a sus dos rivales y necesita encontrar otros huecos para la captación y retención de usuarios. Por ese motivo volvió a reactivar el negocio móvil con suculentas ofertas, financiación y cómodos plazos.
En el sector lo vieron como un movimiento curioso. De hecho, desde el entorno tanto de Orange como Telefónica no entendían muy bien la proactividad que ha llevado Vodafone desde el mes de junio. Con dos, y hasta tres anuncios comerciales por semana, la filial británica ha removido todos los nichos de negocios a base de promoción, oferta y reestructuración de precios.
Sin embargo, la suficiencia que han mostrado Orange y Telefónica con el fútbol, puede resultar una fachada. Realmente hay cierto miedo a que Vodafone no pierda tanto terreno e, incluso, haya tenido una gran campaña mediática apareciendo todos los días en la prensa. Tanto es así que la filial francesa lleva desde hace unos días casi regalando terminales móviles.
ORANGE TIRA LOS PRECIOS
Según ha podido conocer MERCA2, Orange habría activado una campaña de retención de usuarios y está llamando a sus clientes ofreciendo renovar sus terminales móviles a un precio que roza la subvención. Por ejemplo, la gama Galaxy S de Samsung la está rebajando a la mitad de lo que, en estos momentos, la tiene en su web.
En su portfolio de terminales móviles, el Samsung Galaxy S9 lo tiene a un precio de 849 euros (libre y en un solo pago). Se trata de un coste de mercado, puesto que ahora mismo en Media Markt, por ejemplo, los precios de este dispositivo se sitúan entre los 805 y 898 euros, depende de la capacidad de memoria.
Sin embargo, Orange da la posibilidad de financiar el terminal, aunque sin coste de intereses, sino un simple pago a plazos, mediante el cual durante 24 meses se paga una cuota, añadida a una tarifa, y el precio final del móvil, dependiendo la oferta seleccionada, está entre los 640 y 650 euros. Una promoción que ya supone un ahorro de casi 200 euros.
Pero Orange va un paso más allá y casi imita por completo la estrategia de Vodafone en cuanto a ahorro de terminales. Y es que, para retener a los clientes apenas pone una cuota mensual de 20 euros, por lo que el precio definitivo del Samsung Galaxy S9, por ejemplo, está por debajo de los 450 euros. Además, si el cliente ya tiene algún tipo de tarifa asociada, hay incremento de gigas sin que sean solicitados. Y esto es aplicable a otros terminales de gama alta en los que Orange los está casi regalando si atendemos a su coste de mercado.
En este contexto, y cuando parece que Vodafone debería mostrarse como el operador más nervioso al no tener el fútbol; parece que es generalizado la inquietud para captar clientes, aunque casi se hace más esencial no perderlos.