En los años más escarpados de la crisis, Juan Luis Cebrián tuvo claro que tenía que mantener vivo su mayor generador de caja, Santillana, y sus armas más eficaces de influencia, El País y la SER. Estas joyas de la corona fueron salvaguardadas en parte gracias a la liquidez que proporcionaron Cuatro y Digital +.
Otros proyectos audiovisuales menores, Localia TV, CNN + o Los 40 TV, fueron cerrados por deficitarios, y desde entonces Prisa se conforma con producir espacios para otras cadenas. Lo hace a través de Plural, que realizó esta pasada temporada el programa ‘Desaparecidos’ para TVE, y también con la compañía Factoría Plural, de la que es accionista bajo el dominio de Henneo, interlocutor privilegiado en su labor de proveedor a Aragón TV.
Este agujero audiovisual en el gigante mediático ha sido compensado con tímidas irrupciones en este campo de sus medios escritos o hablados. El País lanzó en 2014 su área televisiva, que alcanzó su mayor hito al emitir el primer debate electoral digital a finales de 2015. Este experimento está dirigido por Carlos de Vega, rostro de los especiales sobre política o actualidad que emite el antaño «periódico independiente de la mañana» a través de su página web.
En los últimos meses una entrevista a Ángel Gabilondo, un especial sobre el Caso Nagore Laffage y un debate sobre la situación del Partido Popular ante sus primarias han sido algunos de los contenidos propios de esta área.
OTRAS APUESTAS DE PRISA
AS se lanzó antes que El País a producir piezas audiovisuales bajo la dirección de Javier Gómez Matallanas y la Cadena SER también cuenta con canal propio en Youtube, donde emite algunas de las entrevistas más jugosas de ‘Hoy por hoy’, ‘La Ventana’, ‘Hora 25’, ‘El Larguero’ o ‘A vivir que son dos días’, amén de algunos programas de humor como ‘La vida moderna’ o ‘Nadie sabe nada’. Este verano la emisora también ha decidido convertir algunas de sus principales apuestas, ‘Tramas maestras’, ‘Las chicas’, ‘Buenismo bien’ o ‘La lengua moderna’, en programas diseñados en parte para el citado canal.
Pero Prisa no tiene nada que llevarse a la boca fuera del mercado digital… en España. Porque en Portugal cuentan con la emisora privada líder en el país luso, TVI. Este proyecto está integrado en Media Capital, multimedia que finalmente no ha sido vendido a Altice por las restricciones que imponía el órgano portugués de Competencia.
Esta operación fallida ha supuesto un revés a Manuel Polanco, deseoso de los más de 300 millones de euros que iba a dejar el acuerdo. Al menos Prisa se ha llevado los 17,6 millones de euros que ha repartido este agosto Media Capital en dividendos, consuelo que sin embargo no aligera demasiado los 818 millones de euros de deuda neta. Pero al menos llueve menos después de ver hace unos años como Prisa parecía derrumbarse ante un tsunami de más de 5.000 millones de euros de números rojos.
LA TDT, UN TERRITORIO HOSTIL
Prisa no obtuvo licencia en el reparto gubernamental de licencias de TDT y el alquiler de una licencia no parece propicio, por lo cual la compañía podría lanzar una nueva señal en la televisión de pago. La televisión en abierto le ha sido esquiva, pero aun así han llegado a algunos acuerdos puntuales para sortear el apagón.
En julio de 2016 llegaron a un acuerdo con TEN para emitir el morning-show de Los 40, ‘Anda ya!’, que finalmente fue cancelado tras unos meses por unas malas audiencias. Tras el fallido experimento con la cadena de Raúl Berdonés, Prisa se ha refugiado en Discovery. Fruto de esta simpatía mutua DMAX lanzó el documental de la BBC ‘La tierra en cuatro estaciones’ con el doblaje de cuatro voces estrella de la SER: Pepa Bueno, Carles Francino, Ángels Barceló y Javier del Pino.
Y este verano DMAX «devolvía la visita» al emitirse dentro de ‘Hora 25’ la adaptación radiofónica del programa ‘Clandestino’ de David Beriain bajo el título ‘Libro de coordenadas’. También Prisa cuenta con otros aliados mediáticos: Mediaset, que emite de forma habitual los Premios Dial a través de Divinity y da cancha a las voces deportivas de la SER dentro de ‘Deportes Cuatro’, y las autonómicas, que emitieron este año unos Ondas llevados a Sevilla por el enfado de Cebrián ante el procés.
ENFADO CUANDO NO HAY SUERTE
Prisa, pionera en nuestro país en la televisión de pago, pudo haber regresado a la televisión gracias a las licencias que repartió el Gobierno de Rajoy antes de las elecciones de 2015. Pero la suerte le fue esquiva y El País cargó contra Moncloa: «La adjudicación de más canales a Atresmedia y Mediaset iría contra las propias bases del concurso, que abogan por el pluralismo. Con el reparto avanzado por el Gobierno, los dos gigantes del sector audiovisual verían reforzada su posición con sendos canales de HD, una tecnología que ofrece mayor calidad de imagen y sonido y requiere un mayor ancho de banda.
Eso sí, Prisa, eternamente privilegiada en materia audiovisual en los Gobiernos socialistas, no rugió demasiado por los mimos de Moncloa en los peores días de la crisis.