El secreto del éxito de muchas cadenas de alimentación está en el precio. Algo en lo que siempre se ha diferenciado Supermercados Dani y que la OCU recuerda cada año al colocarlo entre los más baratos. Su modelo low cost le ha permitido cerrar 2017 con un incremento de sus ventas del 0,9%, hasta 58,77 millones de euros.
Su estructura de negocio no busca crecer en superficie de forma rápida, sino mantener y mejorar lo que ya tiene. Bajo los mandos del empresario Daniel Lozano Magaña la cadena echó a andar en 1959 con una primera tienda en Granada. En la actualidad tiene 19 establecimientos repartidos en su mayoría en Granada, pero también en Málaga, Jaén y Almería. Se trata de un modelo de negocio local es muy parecido al Hiber de Madrid.
Además, es asociado del Grupo IFA, que solo cuenta con presencia en Andalucía. Supermercados Dani también contribuye a la cuota de mercado de IFA. Así, los asociados de grupo tienen entre todos una cuota del 7,2%, según el último informe del sector elaborado por la consultora Kantar Worldpanel.
Su facturación en 2017 siguió creciendo por cuarto año consecutivo hasta los 58, 77 millones de euros, un 0,9% más que en 2016, según datos del registro mercantil recogidos por InsightView. Su beneficio neto también lo hizo: pasó de los 662.169 euros a los 756.663 euros, un 14,2% más que en 2016.
Este modelo basado en precios calculados al milímetro para engatusar el bolsillo del consumidor ha hecho valedor a Dani de ser el súper más barato de España, concretamente de uno de los ubicados en Granada, según el último estudio de la OCU publicado en 2017. Le siguió el hipermercado Alcampo de Vigo. En la categoría de cadenas más baratas Dani también está a la cabeza, seguida de la regional Cash & Fresh, y la nacional Alcampo. De hecho, Dani lleva varios años siendo el más barato de todos. El más caro fue Sánchez Romero en Madrid.
No obstante, Supermercados Dani también sufrió durante la crisis económica entrando en números rojos entre 2009 y 2011. Época en la que sus ventas y el número de empleados también se desplomó.
De hecho, los sindicatos creen que lo barato a veces sale caro. Este verano la empresa fue denunciada por CCOO por aplicar «medidas represivas de otra época» contra la plantilla –que ronda los 460 empleados– al despedir a seis trabajadores que figuraban en la lista para acceder al comité de empresa.