En 19 de julio del año pasado, Iberia relanzó su servicio de Puente Aéreo entre Madrid y Barcelona con el objetivo de hacer frente a la oferta de AVE. Justo un año después, la situación no ha variado, sino todo lo contrario: la alta velocidad tiene una cuota de mercado del 66,1% frente a este servicio renovado de avión que, además, se verá afectado por una huelga de personal de tierra.
El pasado mes de junio el AVE Barcelona-Madrid alcanzó los 414.236 pasajeros, el cómputo mensual más alto en toda su historia. Como consecuencia de esta cifra, Renfe obtiene la segunda mejor cuota de mercado frente al avión, el 66,1%, en un momento en que la movilidad entre ambas ciudades en ambos medios de transporte se encuentra en máximos históricos.
Si bien es cierto, está ligeramente por detrás del récord, situado en el 66,5% de cuota obtenido en agosto de 2017 con cifras de clientes inferiores. Justo un mes después de la puesta en funcionamiento del nuevo servicio renovado de Puente Aéreo. Una apuesta de Iberia, junto a Vueling, que no está dando los frutos esperados.
La oferta de Iberia y Vueling entre Madrid y Barcelona para volar Puente Aéreo alcanza hasta 26 vuelos diarios (diez de ellos operados por Vueling) por sentido en días laborales y hasta 13 en fin de semana, con la posibilidad de reserva previa del asiento. Una apuesta que dobló los recursos de la aerolínea en este servicio único, y que cuenta con otras ventajas como los billetes abiertos, el embarque hasta con 15 minutos de antelación y la zona exclusiva en el aeropuerto.
A pesar de la rapidez y la facilidad de volar, el Puente Aéreo también ha recibido críticas por el aspecto más deficiente del servicio: la falta de plazas en las horas punta, que hace que el pasajero tenga que esperar más de una hora al siguiente vuelo si coincide con horas valle, es decir, esas en las que no hay gran afluencia de pasajeros y que para la aerolínea no son rentables.
De hecho, este servicio podría encontrarse con más problemas por la huelga de personal de tierra en el aeropuerto de Barcelona los días 27 y 28 de julio y 3 y 4 de agosto. Los 2.000 trabajadores de Iberia protestan por la sobrecarga de trabajo, falta de personal e incumplimiento de los acuerdos, mientras que la aerolínea llama “al sentido común” de su plantilla.
La falta de acuerdo en las negociaciones mantenidas en el acto de mediación con el objeto de evitar la huelga amenaza con crear graves problemas a la aerolínea y, por tanto, a su servicio de Puente Aéreo.
MÁS RÁPIDO EL AVIÓN
Las comparaciones entre ambos medios de transporte son inevitables. Ambos cuentan con ventajas e inconvenientes. El AVE ofrece 29 frecuencias diarias por sentido de AVE entre Barcelona y Madrid que comunican el centro ambas ciudades en dos horas y media. El avión es mucho más rápido: recorre la distancia entre las ciudades en 1 hora y 15 minutos. Aquí, el Puente Aéreo gana la partida al servicio ferroviario.
En cuanto a precios, Renfe ofrece abonos para viajeros frecuentes y descuentos de hasta el 70%. Volar en Puente Aéreo puede costar entre 185 euros y 275 euros (solo billete de ida), mientras que el AVE se mueve en una horquilla entre 80 y 90 euros de media (solo ida).
El Puente Aéreo tiene mucha más experiencia en unir la capital con la Ciudad Condal. El 1 de noviembre de 1974, Iberia estrenó este célebre servicio con billetes que costaban cerca de 1.971 euros pesetas (11 euros). El trayecto del AVE inició su recorrido en febrero de 2008. Este año cumple 10 años y lo hace desbancando de nuevo a su eterno rival.
“Se trata de una cifra de especial relevancia dado que se produce en el momento en que la movilidad general entre ambas ciudades se encuentra en máximos. De los 6,5 millones de viajeros anuales de este corredor (tren + avión), cada vez más clientes optan por el AVE para sus desplazamientos”, explica Renfe en un comunicado.