Ganó Pablo Casado contra el aparato popular. Y lo celebra Pedro J. Ramírez, que este fin de semana escribía en El Español que «el voto secreto hizo el milagro. Y de forma aplastante. Al final ha resultado que el PP quería reencontrarse consigo mismo, con los valores regeneracionistas que marcaron su identidad y razón de ser hace un cuarto de siglo. Pablo Casado ha tenido el enorme mérito de despertar esos ideales narcotizados por el nihilismo marianista y la ambición implacable de la huerfanita con pretensiones de madrastra que, durante diez años, ha gestionado la abulia del Estafermo».
Ramírez no olvida que la comparecencia de Rajoy en el Senado el 1 de agosto de 2013 supuso su principio del fin al frente de El Mundo y esa herida todavía no ha cicatrizado. No es el primer pulso político del riojano y no será el último.
Aunque la mayoría los suele perder y ganar, al alimón. Las derrotas y victorias, con despidos y fundación de medios, los recordó en la Junta de Accionistas de El Español: «Irremediablemente debo hablar de mí. Si no hubiera publicado en 1988 las pruebas que vinculaban a los GAL con el Ministerio del Interior, no habría sido destituido en 1989 como director de Diario 16. Si no hubiera publicado en 2013 mis Cuatro horas con Bárcenas y los SMS de Rajoy al tesorero, no habría sido destituido en 2014 como director de El Mundo».
No le cuesta hablar de él a Ramírez, por mucho que coloque amortiguadores adjetivales, y tampoco le cuesta apuntar a la testa coronada de Juan Carlos I, que un día le preguntó si quería que fuesen «amigos o enemigos», extorsión camuflada en una broma que tantas veces ha sido recordada por el periodista, que hace unos días le puso la puntilla social al Rey emérito al publicar junto a sus enemigos acérrimos de OK Diario unos audios de Corinna que hacen vislumbrar la corrupción monárquica.
ANTES CAYERON…
No se le pueden regatear a Pedro J. los méritos periodísticos que han contribuido a la caída de sus enemigos de Moncloa, Felipe González y Mariano Rajoy. El primero cayó, según palabras del periodista, por un gran triunfo de la información sobre el encubrimiento: «Felipe González llevaba trece años y medio en el poder… y una y otra vez había negado toda implicación en la trama de los GAL y en la corrupción que la acompañaba. Pero nosotros, la prensa, aportamos las pruebas, la justicia comprobó y corroboró su veracidad, y los españoles le expulsaron del poder».
Y el segundo, «Mariano Rajoy, acababa de batir ese récord de trece años y medio de permanencia en el gobierno, si sumamos sus etapas como ministro y vicepresidente… y una y otra vez había negado toda implicación en la trama de financiación ilegal del PP… pero nosotros, la prensa, aportamos las pruebas, la justicia comprobó y corroboró su veracidad y la mayoría de los diputados le han expulsado del poder».
TRES AÑOS CON EL ESPAÑOL
En octubre cumple tres años de vida El Español, medio que acumuló en junio 32,2 millones de usuarios únicos, cifra con la que se acerca al récord de 32,5 que alcanzó en abril. Estos extraordinarios números podrían ayudar a que el periódico alcance el equilibrio financiero a finales de año.
En 2017 el citado medio se dejó 1,5 millones de euros, lejos de los 3 que perdió en 2016. Las claves para alcanzar este soñado break even, ya conseguido por OK Diario, ha sido el aumento de sus ventas publicitarias, el recorte del número de directivos, la contención de gastos y los socios (no demasiados todavía, 11.700 el 31 de diciembre, lejos de los más de 25.000 de El Diario de Nacho Escolar).
Cierto es que no todo han sido días de vino y rosas para Ramírez, que ha visto como El Español se convertía en un reality-show donde no dejan de sucederse fichajes y dolorosas salidas (María Ramírez, Eduardo Suárez, John Muller, Esteban Urreiztieta o Fernando Baeta). Aun así Pedro J. ha colocado a su periódico en el top ten de la prensa digital, dirán algunos enemigos que gracias a acuerdos con terceros (Bluper, Crónica Global o Diario de Avisos), en vez de hacerlo porque marque la agenda política con sus exclusivas.
Y quizás diga él que es complicado marcar agenda si los grandes medios audiovisuales desprenden escasas simpatías hacia su controvertida figura. Una figura que solo cuenta con una tertulia que llevarse a la boca. La de Federico, donde también colaboran sus enemigos Inda y Marhuenda. En ella participa entre las ocho y media y las diez de la mañana. ¿Y a continuación? Es Radio emite una tertulia rosa donde se habla de los amoríos de Ágatha Ruiz de la Prada. Ains.