El pasado viernes 6 de julio, se celebró en Madrid la I Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular en la que participaron 1.500 personas, con el objetivo de concienciar sobre los beneficios de este nuevo modelo económico y crear una red nacional de activistas por la economía circular.
Durante esta cumbre fueron seleccionados 300 líderes por la Advanced Leadership Foundation (ALF) de entre más de 1.900 candidatos de toda España. Asimismo, el acto fue inaugurado por la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, por José Luis Bonet, presidente de Incyde y Cámara de Comercio de España; y por Juan Verde, presidente de Advanced Leadership Foundation (ALF).
El acto contaba con la presencia estrella del 44 presidente de los EEUU, Barack Obama además de otros invitados de renombre como Christopher Pissarides, Premio Nobel de Economía en 2010, el ministro de la Felicidad del Reino de Bután, Karma Ura o el nieto de Nelso Mandela, Ndaba Mandela. Sin embargo, el evento no dejó indiferente a nadie: asistentes al acto cuentan en exclusiva al diario MERCA2 que fue la desorganización, no Barack Obama, el plato fuerte de la cumbre.
Muchos de los candidatos que estaban allí, habían presentado su candidatura mediante un formulario web que apareció hace dos meses en algunos foros de internet. Sin embargo, la semana de la cumbre los candidatos que ya habían recibido la notificación de que habían sido seleccionados, recibieron correos comunicándoles que lamentaban informarles de que no lo eran. O incluso, convocándoles a dos horas diferentes.
INEXPERIENCIA Y DESORGANIZACIÓN
Contra todo pronóstico, el acto comenzó puntual pero pronto la inexperiencia de los organizadores se puso de manifiesto. Los protagonistas de la inauguración Manuela Carmena, José Luis Bonet y Juan Verde estuvieron cerca de cinco minutos mirándose sin decir nada. Algunos apuntan a que el audiovisual no funcionaba. Otros, pensaban que alguien les daría la palabra.
Durante el segundo bloque que estaba compuesto por un total de tres ponentes y el moderado, únicamente aparecieron dos ponentes lo cual puso en evidencia la falta de agilidad de los organizadores. Nadie sabía de qué tenían que hablar los ponentes, y un error muy importante: no hubo nadie que limitara el tiempo.
Así, el primer ponente, Bernardo Kliksberg, se alargó tanto que, de la nada, apareció un moderador espontáneo que con más timidez que decisión consiguió que Kliksberg pusiera fin a su intervención de casi media hora. Era tal el desbarajuste que el ministro de la Felicidad, Karma Ura, preguntó hasta en cuatro ocasiones sí podía seguir hablando o había agotado su tiempo. Ante la falta de respuesta de los organizadores decidió continuar y fue entonces cuando el moderador espontáneo volvió a salir de la parte del escenario para poner fin a la ponencia.
Uno de los momentos más divertidos y surrealistas del evento fue cuando Juan Verde entrevistó a Barack Obama con un solo micrófono. Después de hacer la introducción y dar la bienvenida al expresidente, Verde se sentó en una silla baja sin micrófono. Obama se dio cuenta y amablemente le preguntó: “Wanna borrow mine? Poco después, los organizadores trajeron un segundo micro y la intervención de Barack Obama se salvó sin mayores incidencias.
NADA DE ECONOMÍA CIRCULAR
El desorden estaba presente en todos los aspectos de la cumbre: líderes mezclados con líderes que no habían presentado su candidatura y, que habían aparecido por allí por lo especial de ver a Obama. Por su parte, las empresas del IBEX se apresuraron a pagar las sillas que hiciera falta para que sus directivos, como Chema Alonso de Telefónica, estuvieran presentes en un evento que tuvo más de descalabro que de cumbre.
Y decimos descalabro porque todos los líderes que fueron llamados al evento para ser formados en economía circular aseguran que allí se habló de muchas cosas pero que de economía circular nada. Particularmente llamativo fue que la cumbre finalizara con la entrega de un galardón de la Organización Mundial de Turismo (UNWTO) al presidente electo de Colombia, Iván Duque.
Algunos de los líderes comentaban en corrillos al acabar que los organizadores habían conseguido algo remarcable y era que la economía circular iba a aparecer en muchos medios de comunicación, pero les quedaba una duda ¿alguien les llamará para ir a hablar de economía circular por España? La falta de organización y el descontrol reinante dejó a la gran mayoría de los asistentes muy escépticos.