Fueron los únicos que se negaron a las exigencias de Mercadona sin medir las consecuencias. Diez años después, el resultado es una empresa familiar e internacional que está presente en casi todas las cadenas de distribución de España con bollería industrial –más de la mitad de marca blanca– y que experimenta con algas para acercarse a un público más vegano. Grupo Dulcesol espera seguir creciendo en un futuro, pero zanjando una asignatura pendiente: la adquisición de otra empresa. Rafael Juan, consejero delegado de Grupo Dulcesol cuenta para MERCA2 las claves de un sector donde la preocupación por la salud y el bienestar animal también han irrumpido con partidarios y detractores.
En 2017, Grupo Dulcesol cerró con una facturación de 325 millones de euros, ¿qué previsiones tienen para este año?
Este año nos está yendo razonablemente bien y estimo que creceremos en torno al 4% o 5%. Aún es pronto, pero en principio parece que el año no va mal.
¿Cuál va a ser la estrategia para crecer?
Tenemos varias líneas estratégicas. Una de ellas es la internacionalización, de donde proceden entre el 16% y 17% de ventas y el plan es ambicioso: queremos doblar esta cifra. La distribución –donde estamos presentes en 60.000 puntos de venta–, la innovación con centrando el foco en la salud y la diversificación también son importantes.
Dentro de este crecimiento, ¿se han planteado adquirir otra empresa o a un competidor como Bimbo por ejemplo?
Es una asignatura pendiente en la cual estamos trabajando, pero todavía no hemos abordado. No podemos dejarnos esa palanca que es muy importante y que nos ayudaría a crecer en otras categorías y en otros mercados en los que no estamos presentes. Hemos sido quizás excesivamente prudentes y no nos hemos lanzado, así que posiblemente lo abordemos.
Entones, ¿en un futuro no se descarta?
No, obviamente no lo descartamos.
A partir de 2016 la inversión se ha ido reduciendo, ¿este año cuánto van a invertir en nuevos productos?
Será del orden de lo que invertimos el año pasado (28 millones), o quizás un poco menos. Las inversiones se han realizado en instalaciones, como la línea de producción en Argelia que está previsto que comience a funcionar este año. En 2017, también invertimos recursos en un proyecto de bollería congelada bajo la firma Horno Hermanos Juan.
El porcentaje de ventas de productos nuevos sobre el total ha caído del 15,8% en 2015 al 9,64% en 2017, ¿a qué se debe?
La venta de nuevos productos sobre la cifra total depende del éxito de los productos. También de la colaboración que tengamos con los clientes.
Hace justo 10 años, Grupo Dulcesol no acepto la exclusividad que Mercadona le exigía, ¿cómo se atrevieron?
Seguimos siendo proveedores de Mercadona. Era un cliente muy importante por lo que una decisión muy difícil. Si analizamos en perspectiva hoy somos una compañía más diversificada, no solo en categorías en las que estamos presentes. También somos más internacionales. Desde el punto de vista de consolidación estamos muy satisfechos con los resultados obtenidos.
Dentro su surtido, ¿venden más marca blanca?
Las marcas de terceros tienen un peso de algo más del 60% de nuestro volumen. Es una parte troncal de nuestra estrategia.
Además, gracias a la crisis potenciaron las ventas en marca blanca…
Desde hace 20 años desarrollado marcas de distribución. Siempre ha crecido, pero en los últimos años se ha estabilizado. Ya quizás queda poco recorrido para seguir creciendo con marca de distribución. Además, el mercado español lleva unos años estancados porque la población no crece y también hay más consumo fuera del hogar. El ciclo económico ha cambiado y el consumidor busca productos de más valor añadido. Aquí es una situación más favorable para las marcas y la innovación.
«Vamos a seguir profundizando en el desarrollo de las algas, es un superalimento que tiene beneficios para la salud»
Por otro lado, ¿venden online?
Hemos iniciada la venta online para algunos productos de innovación para dar a conocer al consumidor el producto lo antes posible y que ello genere demanda en la distribución tradicional. Estamos contentos, aunque no es un gran volumen de ventas.
Muchos distribuidores se quejan de que es un canal poco rentable, ¿le ocurre lo mismo a Grupo Dulcesol?
Nosotros hacemos un volumen muy pequeño y no lo analizamos desde el punto de vista de la rentabilidad, sino como una forma de llegar al consumidor y dar a conocer los productos.
En cuanto al surtido, inventaron los bollitos con algas, ¿qué otras novedades veremos próximamente?
En el tema de las microalgas hicimos un primer lanzamiento con la gama Innova. Lanzamos bastantes productos, pero no han sobrevivido todos. Vamos a seguir profundizando en el desarrollo de las algas, es un superalimento que tiene beneficios para la salud. Hoy por hoy hay limitación de la cantidad de microalgas que se pueden introducir en los alimentos (menos del 1%). Si ponemos un contenido elevado las características del producto varían y hace que no sea apetecible. Estamos invirtiendo bastantes recursos. De hecho, en la parte de la innovación funcional que se refiere a nuevos desarrollos en los próximos dos años tenemos previsto una inversión de 2,5 millones de euros.
¿Son más caros?
En general el precio depende de la gama de productos. Pueden ser un poco más caros, pero no tienen un impacto económico importante para el consumidor. Lo que buscamos es que se popularice el consumo de estos productos.
Entonces, ¿se están centrando en un público más vegano?
Este es uno de los ejes que tenemos dentro de nuestro desarrollo de innovación. Por una parte, nos encargamos de mejorar nutricionalmente los productos. Tenemos un objetivo ambicioso con el que esperamos cumplir con el objetivo ambicioso de reducir 600 toneladas de azúcar. Otro eje es el lanzamiento de productos funcionales como las cremas bio y nuevos desarrollos que vendrá en el futuro.
Se ha abierto una batalla contra el azúcar y la moda por lo sano, ¿cree que es un tanto exagerado como una de las grandes empresas de bollería de España?
Hay una sensibilización de las administraciones y el consumidor. Nosotros lo que hacemos es trabajar con la agencia española de consumo.
En el sector de la alimentación sana os ha salido un competidor, Europastry, que abastece de croissants congelados a media España y dice que tienen un 30% menos de azúcares que el resto…
No nos hemos parado a analizarlo. También fabricamos bollería congelada y los perfiles nutricionales de nuestros productos son similares al resto de competidores del mercado.
En materia animal hay una gran preocupación por el bienestar de los animales, ¿en qué año los huevos serán 100% de gallinas no enjauladas?
Estamos trabajando para que sea pronto. Nos fijamos un plazo de 5 años desde este año. La previsión es cambiar poco a poco las instalaciones. Es verdad que hay una demanda creciente por parte de clientes y consumidores, pero también hay que pensar que no mejora desde el punto de vista nutricional y ambiental. El único aspecto que se tiene que tener en cuenta es el bienestar animal. Hay poner el foco en la realidad. Tampoco es que las gallinas estén libres por el campo. Están en una jaula más grande, pero siguen estando en una jaula entre otras cosas porque tener las gallinas libres por el campo generaría problemas medioambientales y de salud. Creo que hay que poner en su contexto lo que es: es una preocupación social que tiene un impacto muy relativo en el proceso productivo en general.
Por último, Grupo Dulcesol está presente en 50 países, ¿se plantean entrar en otros mercados?
El 99% de las ventas las hacemos en siete países: España, Portugal, Francia, RU, Italia, Argelia y Marruecos. En el resto, sin despreciarlos, tenemos una acción más reactiva. América es donde menos presencia tenemos por la distancia. Estamos en EEUU, República Dominicana, México, Chile…