La llegada masiva de inmigrantes a las costas europeas que se han estado sucediendo en las últimas semanas han puesto a Angela Merkel en un aprieto. Esto se debe a que se encuentra en pleno enfrentamiento, por esta problemática, con su partido hermano que no ha conseguido solucionar. CSU está aumentando la presión sobre la canciller alemana para que se estrechen las fronteras ante el aviso de nuevos barcos.
La Unión Demócrata Cristiana de Merkel lo que intenta es contener esta rebelión que está siendo llevada a cabo por CSU. Este ha optado por mantener una línea dura en materia de inmigración justo antes de que se celebren las elecciones regionales en octubre. De esta forma el conflicto supondría un peligro para el gobierno de coalición de Merkel.
Según los líderes de CDU y los socialdemócratas, en las conversaciones que se han llevado a cabo en Berlín, se ha avanzado en el tema de migración. Merkel ha solicitado la ayuda de los líderes de la Unión Europea para la elaboración de medidas que refuercen la seguridad fronteriza.
La situación que se está viviendo en el sur de Europa es “muy seria” y eso se ha podido comprobar durante la cumbre, según dijo Volker Kauder, jefe de la bancada parlamentaria CDU-CSU. También confirmó que no se espera ningún acuerdo porque los funcionarios tienen que volver a reunirse para discutir sobre el tema, insistiendo en que los negocios del gobierno no se verán interrumpidos mientras esto sucede.
“Mientras hablamos entre nosotros y discutamos para saber cómo seguimos adelante no hay motivos para decir que no encontraremos un buen resultado”, dijo Kauder. “No se trata solo de un simple problema, sino que es algo muy importante”, añadió.
Mientras Merkel intenta solucionar esto lo más rápido posible, el ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, quien encabeza la CSU, ha prometido utilizar sus poderes federales para hacer cumplir la ley y así enviar a quienes piden asilo a las fronteras alemanas si Merkel no consigue llegar a un acuerdo. Esta división podría dejarla sin la mayoría parlamentaria de la que disfruta en estos momentos.
Esto no es solo un problema del gobierno de Alemania, también alude a los asuntos europeos”, dijo Nahles. En las conversaciones que se han mantenido en los últimos días, el SPD ha propuesto un sistema de procesamiento de solicitudes, lo que permitiría rechazar solicitantes sin tener que llegar a cerrar las fronteras alemanas, añadió.
A pesar de esto, SPD aún no se ve preparando unas nuevas elecciones, al menos mientras el conflicto sigue al rojo vivo en una Europa que no sabe cómo mantener sus fronteras abiertas sin crear un problema a sus países miembro.
Iain Rogers para Bloomberg