miércoles, 11 diciembre 2024

Pedro Serrahima, el remedio (no) low cost contra la fiebre amarilla

El inicio de siglo estuvo marcado en la NBA por una de las mejores parejas de jugadores que ha habido: Shaquille O’Neal y Kobe Bryant. La dupla de Los Angeles Lakers, y el equipo en su conjunto, fue bautizado por el célebre periodista deportivo Andrés Montes como la «fiebre amarilla» por el color de la camiseta. Ahora, años después, en España también hay una pandemia chillona que ha asustado al conjunto de las telecomunicaciones. Desde Telefónica se han apresurado a buscar un remedio: Pedro Serrahima.

No hace mucho tiempo, y la hemeroteca está ahí, el ex director general de Pepephone y el CEO de MásMóvil, Meinrad Spenger, se peleaban contra el mundo desde su posición como operadores móviles virtuales (OMV). Ahora, uno será el antídoto del otro para frenar los pies al operador amarillo en su gran escalada captando clientes.

En concreto, Telefónica ha lanzado al mercado la marca O2, que ha sido desarrollada e ideada por el nuevo director de Desarrollo y Estrategia Multimarca, Pedro Serrahima. El mensaje lanzado ha sido muy claro: sencillez en todo. Incluso, lo han bautizado dentro del segmento «premium sencillo». Una fórmula que nadie había utilizado hasta ahora. O casi nadie.

Sobre lo que ofrecen, en principio, es sencillo. O2 sólo tendrá dos precios, uno para el negocio móvil, con una tarifa de 20 gigas de datos y llamadas ilimitadas por 20 euros al mes, y otra combinada de fijo y móvil con fibra de 100 megabits y una línea móvil con llamadas ilimitadas y 20 gigas de datos por 45 euros en las zonas competitivas (las 66 ciudades más importantes de España) y 58 euros en las zonas no competitivas. Además, se pueden contratar también líneas móviles adicionales con 10 gigas de datos y llamadas ilimitadas por 15 euros al mes.

Aunque tiene ese matiz de precio debido a la regulación que, en sucesivos artículos, habrá que desentrañar. Porque no es casual que Telefónica haya escenificado esa inconformidad con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

PEDRO SERRAHIMA Y LAS PALABRAS

En todo caso, esta nueva apuesta de Telefónica por una marca de inferior rango de precio a Movistar, pero sin ser low cost como Tuenti (otra de las firmas de la compañía), viene envuelta en un curioso juego de palabras. Lugar donde ahora mismo cada uno busca la diferenciación.

Serrahima se cansado hasta el hartazgo de explicar que no son low cost. Que O2 será otra cosa. Además, tendrá una cuidada atención al cliente, manifiesto de principios, sin molestias comerciales… todo muy parecido al modelo Pepephone que él mismo desarrollo. Pero no es lo único.

Analizando los precios al detalle, resulta que -ahora mismo- las ofertas convergentes simples que ofrece Tuenti, el supuesto low cost de verdad, son prácticamente iguales. Por lo tanto, por mucho que se quiera jugar con las palabras, la realidad es que O2 llega para ser una alternativa barata a Movistar y, como gran diferencia, que la televisión no viene paquetizada.

Así, lo más importante de todo el lanzamiento son los matices. No quieren caer en el segmento low cost, ni que Serrahima se asocie a ello, porque en realidad es un producto más parecido a Movistar que a Tuenti. De hecho, su gran rival, incluso más allá de MásMóvil, sería Jazztel. También algo amarillos. Aunque también en los matices se encuentra el mensaje entre líneas de que hagan una apuesta tan importante en un servicio sin televisión. Matices.


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