El inversor chino HNA es el mayor accionista de Deutsche Bank, con el 10% del total de las acciones. Supera al 6% que tiene Qatar, y un porcentaje algo inferior del gestor de fondos Blackrock. En Portugal, otro inversor chino, Fosun International, ha anunciado su intención de acudir a una ampliación de capital del Banco de Portugal. ¿Y España? ¿Están interesados en Bankia, BBVA, Santander, Sabadell…?
“La inversión china en el exterior sigue siendo superior a la que recibe pero ha habido un bajón debido a las restricciones del gobierno chino a la salida de capitales”, apunta Ivana Casaburi, profesora de Esade. La Unión Europea sigue siendo el destino prioritario para las empresas chinas. En concreto, China fue el segundo mayor inversor del mundo en 2016, con 170.110 millones de dólares, de los que casi una cuarta parte (41.150 millones) ‘aterrizaron’ en la UE.
Por países, Alemania y Reino Unido concentraron la mitad de la inversión China en Europa (27,4% y 25,5%, respectivamente). ¿Por qué? “Porque combinan un atractivo clima de negocios para las empresas extranjeras con oportunidades de inversión en sectores de elevado interés para las empresas chinas como el inmobiliario o las infraestructuras tecnológicas”, añade Casaburi.
El peso de las inversiones chinas en España es inferior al que nos corresponde por tamaño y por economía
¿Y España? Si bien es el principal destino del sur de Europa, y en 2016 recibió un volumen de inversión record de 1.880 millones de euros (consecuencia de la adquisición de Urbaser), no tiene el peso que debería tener. “Es bastante menor de lo que debería ser en relación con el tamaño y la importancia de la economía española en Europa”, manifiesta Miguel Otero-Iglesias, investigador del Real Instituto Elcano.
BANKIA TIENE ATRACTIVO
De cara al futuro, la inversión china en la Unión Europea tendrá que hacer frente en los próximos ejercicios a una legislación comunitaria más exhaustiva. Y eso puede afectar tanto a operaciones en cartera como a aquellas otras de inversión directa.
“España no se ve en China como un país industrial. Se ve más como turismo, ocio y agroalimentario. China quiere invertir en países que considera más avanzados”, anota el investigador del Real Instituto Elcano. A ello hay que sumar que en España hay ciertas barreras en sectores que se consideran clave como la energía y la banca. “No veo un desembarco en un banco español”, asegura Ivana Casaburi. ¿Están las puertas cerradas?
Además de las barreras antes citadas, hay otros motivos que pueden llevar a tal afirmación. Por un lado, la mala experiencia de la presencia de BBVA en China, con marcha atrás incluida. “Ha creado más distancia entre un país y otro”, manifiesta Miguel Otero-Iglesias. Por otro, allá por 2011, y con el sector financiero hispano en entredicho, el entonces presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, viajó a China para conseguir que invirtieran en las ahora extintas cajas de ahorro. “Se miraron balances y no vieron dónde sacar rentabilidad. Eso legado también ha quedado”, añade Otero-Iglesias.
Pero eso no significa que la banca española no tenga atractivo. “Tiene que tener algo que les llame la atención para que se fijen más en ella”, indica Ivana Casaburi. ¿Cómo qué? “El precio de mercado es atractivo”, apunta el investigador del Real Instituto Elcano.
En el caso de Bankia, por ejemplo, el 26 de enero (un día antes de presentar cuentas) estaba a 4,25 euros la acción. Ahora ha bajado hasta los 3,4 euros. No es una tragedia, ni el descenso ha sido tan acusado como el de Deutsche Bank, pero la caída del valor de capitalización de la entidad germana fue una de las claves que permitió el ingreso de capitales chinos.
Una primera piedra que bien podría atraer la inversión China hacia la banca, en general, y hacia Bankia, en particular. Pero hay más imanes. “Para muchos inversores, no sólo para China, Bankia puede ser interesante”, señala Miguel Otero-Iglesias. Será a finales de 2019 cuando el proceso de privatización culmine (siempre y cuando no le alargue buscando un precio más atractivo para las arcas públicas y así recuperar lo invertido en su rescate).
Por lo que respecta a CaixaBank, posee una más que interesante cartera industrial. Y la presencia en Latinoamérica de BBVA o Santander podría servirles de trampolín para futuras acciones al otro lado del océano. “La banca española no sólo es interesante para el inversor chino, sino para todos”, concluye Miguel Otero-Iglesias. Sólo falta que den el salto.