El negociador jefe del presidente, Donald Trump, que se encarga del TLCAN ha afirmado que Estados Unidos, Canadá y México “no están cerca, ni por asomo” de actualizar el pacto de libre comercio, a pesar de que ya tiene 24 años de antigüedad. Mientras tanto, los políticos estadounidenses advierten que el tiempo se acaba para llegar a un acuerdo que pueda aprobarse en el Congreso actual.
“Hay enormes diferencias en materia de propiedad intelectual, acceso a los mercados agrícolas, niveles de minimis, energía, trabajo, reglas de origen, indicaciones geográficas y mucho más”, dijo el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer. “Por supuesto, seguiremos participando en las negociaciones, y espero trabajar con mis homólogos para asegurar el mejor acuerdo posible para los agricultores, ganaderos, trabajadores y empresas estadounidenses”, añadió.
El peso mexicano y el dólar canadiense se debilitaron tras los comentarios de Lighthizer. Los tres países llevan negociando nueve meses para actualizar el TLCAN. Las elecciones parlamentarias de mitad de período en Estados Unidos y una campaña presidencial mexicana este año han agravado la urgencia por una resolución rápida. Es más, Trump ha amenazado con retirarse del pacto si no logra modificarlo para reducir el déficit comercial de Estados Unidos y aumentar los empleos en la industria manufacturera.
Las dudas de Lighthizer frustaron las esperanzas de una resolución rápida después de que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, expresase optimismo previamente en Nueva York, aunque señaló que seguía habiendo diferencias. Paul Ryan, portavoz de la Cámara de Representantes, había dicho previamente en la jornada que podría quedar una semana o dos para llegar a un acuerdo que los legisladores estadounidenses pudiesen apoyar este año.
Optimismo
Los socios del TLCAN han estado manteniendo reuniones de alto nivel en los últimos días para evaluar si un nuevo acuerdo comercial está al alcance.
“Estamos llegando a un punto en el que hay un buen acuerdo sobre la mesa”, dijo Trudeau. “Sabemos que estas últimas conversaciones en cualquier trato son extremadamente importantes, así que me siento optimista al respecto, pero no habrá acuerdo hasta que lo haya”, añadió.
Entre los temas espinosos que Lighthizer destacó en sus comentarios se incluyen una propuesta de Estados Unidos para abrir el mercado lácteo de Canadá y el establecimiento de barreras estacionales para las exportaciones agrícolas mexicanas; medidas para que México y Canadá eleven el umbral al que se aplican los aranceles a los bienes importados de Estados Unidos; y normas para el contenido regional en automóviles fabricados y comercializados en América del Norte.
David MacNaughton, embajador de Canadá en Estados Unidos, dijo el jueves que los responsables canadienses y estadounidenses se reunirían en Washington para hablar del TLCAN. El embajador no especificó quién asistiría, pero la ministra de Asuntos Exteriores de su país, Chrystia Freeland, tenía previsto trasladarse a la capital estadounidense el jueves para reuniones, según las fuentes.
Eric Martin, Josh Wingrove y Jenny Leonard para Bloomberg