Luis Enríquez explicó hace unos días que Vocento comenzaba una nueva estrategia digital basada en varios muros de pago implantados en sus cabeceras regionales. El CEO del editor de ABC explicó que los anunciantes «se están ubicando en Facebook y Google a través de la publicidad programática, que no deja de crecer en todo el mundo. En España ya representa el 60 por ciento». Por lo tanto las grandes marcas creen menos en la OJD, y más en una publicidad que persigue al lector allá dónde va.
Señalaba Enríquez que el duopolio es capaz «de proporcionar perfiles. Porque nosotros los editores estamos distribuyendo gratuitamente nuestros contenidos en sus redes y de alguna manera los estamos cualificando. Porque buscamos ranking de posición publicitaria para poder obtener retorno». Vocento exhibe su nuevo plan, pero los editores españoles son incapaces de ponerse de acuerdo para frenar al vendaval americano.
Sin embargo en 2014 los capos del papel se pusieron de acuerdo para ejercer como lobby ante Moncloa y frenar así a Google News, servicio que según la directora general del buscador en España, Fuencisla Clemares, no volverá a nuestro país mientras la ley «sigue en vigor y, lógicamente, nosotros no podemos pagar por llevar clics a unos medios y hemos tenido que cerrar Google News. Mientras esta ley siga en vigor, no nos podemos plantear nada distinto».
LA SOLUCIÓN PORTUGUESA
En la vecina Portugal, mirada siempre con cierta conmiseración (pese a que nos llevan décadas de ventaja en algunos asuntos), los editores de los seis principales periódicos digitales han llegado a un acuerdo para contrarrestar a Google y Facebook. Este grupo engloba el 85% de los usuarios del país único y es por ello, que tal y como cuenta Digiday, se han aliado contra el enemigo común al crear Nonio. Esta nueva marca englobará los datos que consigan por separado las seis cabeceras con la intención de ofrecer una publicidad segmentada, evitando el disparo al aire del banner clásico o rebajar la dependencia de la campaña contratada por miedo o amiguismo.
¿SIN PAGO HAY PARAÍSO?
El Informe Anual del Observatorio Nacional de Telecomunicaciones de 2016 explica que menos del 5% de los españoles pagó en el último año por leer información en la red. Esta cifra es cuadriplicada por los servicios audiovisuales, duplicada por los libros electrónicos, la música o los videojuegos y superada por los contenidos formativos o educativos. Es evidente que el pago puede ser el horizonte de un sector en el que está cayendo la publicidad.
AMERICAN PIE
En Estados Unidos los editores se han dado cuenta de tres asuntos:
1- Nadie paga por contenidos que se pueden ver gratis en la red, tal y como advierte el propio Luis Enríquez, que admite que los contenidos de El Diario Montañés de Cantabria se pueden vender, pero no los de ABC por sus numerosos competidores.
2- El precio es importante, ya que en Norteamérica hay magazines que venden sus contenidos por menos de dos dólares al mes, cantidad que todavía no se ha advertido en los muros de pago españoles.
3- Hay que ofrecer valor añadido: e-books, vídeos y newsletters.
EL PELIGRO DE PRIMAR LA IDEOLOGÍA
No decimos que infoLibre no prime la calidad, ya que es uno de los diarios más honestos y valientes de nuestro panorama. Pero es evidente que este proyecto digital cuenta con un evidente peso ideológico. Y este hecho, tal y como reconoce el propio diario en su informe anual de cuentas, les ha pasado factura porque llegaron a superar los 10.000 suscriptores en 2017, pero bajaron de esta cifra a finales de año por su línea editorial.
Así lo contó el diario que dirige Jesús Maraña: «En primer lugar, sobre el llamado conflicto catalán. Ha habido socias y socios que han juzgado a infoLibre como un medio demasiado comprensivo con el independentismo, al tiempo que otros lectores han argumentado que este diario se ha mostrado «claramente alineado con el españolismo». En segundo lugar, ha habido socias y socios que han expresado su irritación por «informaciones y columnas ofensivas con Podemos», del mismo modo que otros lectores han abandonado infoLibre por considerar que tanto en información como en opinión somos «un medio muy ‘podemita’ y crítico con el PSOE».