Uno de los momentos calientes del año para Telefónica ha dado comienzo. Se trata de la subasta de espectro en Reino Unido, donde el operador azul a través de su filial O2 se juega mucho. Y no solo dinero.
La compañía presidida por José María Álvarez-Pallete llega a esta polémica subasta de espectro para mejorar las redes móviles 5G (y también 4G) con urgencia. El objetivo es simple: conseguir el máximo ancho de banda y mejorar la imagen de la empresa para su futura venta o lanzamiento a bolsa. Para ambas cosas necesita del suficiente espectro como para estar a la altura de las grandes telecos británicas. Pero no será barato.
El pasado día 20 de marzo se dio el pistoletazo de salida. Desde entonces, y en sucesivas rondas, ya van cuatro, el precio ha quintuplicado su valor con respecto a la reserva inical que era de 70 millones de libras.
De este modo, la puja por las bandas de 2,3 y 3,4 Ghz se situó en los 429 millones de libras (487 millones de euros) en las primeras cuatro rondas, según recoge Bloomberg. La mayor parte de las pujas se han centrado en los 3,4 Ghz, donde el valor del lote es 10 veces superior a la reserva, y el exceso de demanda sigue siendo alto. Al inicio de la semana, en la jornada de este lunes, la pujo mantuvo su ritmo alcista y se ha situado en los 748 millones de libras (850 millones de euros).
Mientras, la oferta en la banda de 2,5 Ghz se ha silenciado por ahora. No obstante, podría tratarse de algo temporal y, próximamente, volver a pujar los operadores que han acudido la subasta, que además de O2 son H2G, Vodafone, EE y Airspam.
Telefónica observa atentamente
Según los análisis de Bloomberg, el límite al que se estimaba que llegase la subasta era de 800 millones de libras, pero tras la nueva sesión de esta semana, las estimaciones se han quedado cortas. Y hay que recordar los condicionantes que ha puesto el regulador británico Ofcom tras las polémicas legales que introdujo en el proceso Hutchison al quejarse sobre la cantidad de espectro que poseía cada compañía.
Así, se han marcado unos topes de espectro que conllevan a que EE no pueda ofertar por ningún lote de 2,3 Ghz, y solo 17 de 30 lotes (85 MHz) da 3,4 GHz. Asimismo, Vodafone solo puede pujar por 160 Mhz de espectro en ambas bandas.
Por lo que respecta a Telefónica, dada la asignación actual de espectro utilizable entre los operadores de redes móviles existentes, Bloomberg estima que O2 y H2G probablemente darán prioridad a la adquisición de espectro en la banda de 2,3 Ghz. Aquí se verá las caras con Vodafone, que será el rival más activo en esta banda. Además, cabe recordar que la banda de 2,3 Ghz es la que ya tiene total capacidad para desarrollar el 4G de mayor calidad, por lo que Telefónica demuestra la necesidad que tiene en estos momentos de frecuencias de radio.
La pérdida de valor con O2
El recorrido de Telefónica en Reino Unido, vía O2, está en claro retroceso en los últimos años. En primer lugar, por el tipo de servicios que ofrece. La filial de Telefónica no tiene asociado el servicio de telefonía fija, lo que registra de manera importante las ofertas que puede ofrecer la compañía. Una limitación de este estilo penaliza mucho a una firma en un mercado maduro, con márgenes reducidos y competidores voraces.
Lo anterior se refleja en los datos que año a año presenta la filial de la teleco. Los ingresos de la firma en 2017 fueron los más bajos en toda la década, según el desglose ofrecido por Bloomberg. El Ebitda en 2017 ha sido un 5% inferior al de 2016, y un 15,7% inferior al de 2015. Si los datos se miden en ingreso por usuario, el denominado ARPU, la caída todavía es más devastadora: respecto del año pasado, el ARPU ha caído un 5%. Si se mide desde hace un lustro, la caída acumulada supera el 27%, pero su se mide desde hace 10 años este indicador se ha reducido a menos de la mitad.