Desde sus inicios, el logo de Banco Santander ha querido transmitir cuatro grandes pilares: progreso, fortaleza, confianza y cercanía. Como se suele decir, los tiempos cambian una barbaridad, y hay que adaptarse para seguir al pie del cañón. “La marca Santander es una de las grandes fortalezas de nuestro banco, reconocida internacionalmente por la confianza y la credibilidad que transite. Tenemos que cambiar e innovar”, aseguró Ana Botín, su presidenta, durante la junta general de accionistas.
¿Y por qué este cambio ahora? “La marca debe evolucionar para acompañar a nuestra transformación, hacerla más visible y transmitir mejor nuestra cultura. Por primera vez en la historia del Grupo, unificaremos nuestra marca en todos los mercados. Esta nueva marca conecta mejor con las nuevas generaciones, es más moderna, y mejora un 20% la visibilidad en formato digital”, añadió Ana Botín.
Banco santander está apostando por una verdadera revolución a la hora de gestionar la relación con sus clientes actuales y potenciales
Es este último aspecto, el mundo digital, uno de los impulsores del citado cambio. Una transformación que se define como más moderna y adecuada a los canales digitales y el móvil. Esta innovación tecnológica, la apuesta clara y decidida por la digitalización, tuvo su primer paso con una estrategia denominada como ‘Digilosofía’.
“Como estrategia creativa me parece muy brillante mezclar dos palabras para crear una nueva como claim”, aseguró José Cantero, director del Master en Marketing Creativo & Visual Communications de Madrid School of Marketing (MSMK) en una anterior entrevista a MERCA2. Dicho de otra manera, lo que pretendía Banco Santander era poner la tecnología al servicio de las personas. “El banco apuesta por una verdadera revolución a la hora de gestionar la relación con sus clientes actuales y potenciales”, añadió Cantero.
Banco Santander busca refrescarse
‘Digilosofía’ tiene como meta aumentar el número de clientes digitales de Banco Santander, si hablamos sólo de España, de tres a 4,2 millones (es decir, 1,2 millones más). Si hablamos a nivel global, esa cifra se dispara a 30 millones de clientes digitales.
El nombre, la llama y el rojo corporativo seguirán siendo la seña de identidad en la nueva identidad corporativa. Eso sí, con un nuevo lifting, una tipografía única, propia y más estilizada. El fondo rojo se elimina, el tono del color es más brillante y más adaptado al entorno digital, a la par que se incrementa el uso del blanco, sinónimo de mayor transparencia, sencillez y visibilidad.
Interbrand ha sido la enseña encargada de llevar a cabo la transformación, en la que se han tenido en consideración las encuestas a empleados y clientes de todos los países en los que está presente el Grupo. Y la conclusión era que, aun manteniendo la marca y la esencia, era necesario que se refrescara. Dicho de otra manera, y según la entidad, la apuesta era “por una evolución, no por una revolución”.
El cambio de la nueva imagen de Banco Santander será progresivo, comenzando en Portugal, y arrancará en primer lugar en webs, aplicaciones móviles, redes sociales y cajeros, para seguir en comunicación y publicidad, y finalizando en sucursales, material de oficina y otros activos físicos.