El 20 de agosto de 2008 el aeropuerto de Barajas vivía una de las peores catástrofes aéreas en España. El vuelo JK5022 de la ya desaparecida compañía aérea Spanair, con destino Gran Canaria, se estrelló en la pista 36L. Un total de 154 personas fallecieron en el accidente y solo 18 sobrevivieron. Diez años después las familias de las víctimas claman por una investigación que revele la verdad no oficial. Algo que solo pende de un voto político marcado por la rivalidad, los intereses, la culpabilidad y el sinsentido de los partidos políticos.
La Junta de Portavoces del Congreso dio luz verde el miércoles pasado a la creación de una comisión de investigación sobre el accidente del avión de Spanair. La solicitud fue requerida el pasado noviembre por el grupo de Unidos Podemos a petición expresa de la Asociación de Víctimas del Vuelo JK5022. De hecho, este lunes, asociación y partido han registrado en el Congreso 70.000 firmas para pedir a PP, PSOE, C’s, PNV y Grupo Mixto que apoyen la comisión de investigación. Por lo que ya solo falta que sea ratificada por el pleno de la Cámara que comienza a debatir este martes.
Pero, ¿por qué se ha tardado tanto en dar el primer paso para la creación de la comisión? Una década después esta tragedia divide a los partidos políticos, incluso aquellos que ni tan siquiera existían por aquel entonces, como Ciudadanos, que en un principio se mostró a favor de la propuesta. Pero finalmente cambió de opinión.
Desde la asociación no se entiende por qué Ciudadanos se opone a esta comisión. Y más teniendo en cuenta que el abogado del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) en el juicio de 2011 fue Javier Nart, actualmente eurodiputado de C’s. Nart intentó imputar a los directores generales de Aviación Civil desde 1993 a 2011. “No entiendo cómo no le piden opinión”, critica Pilar Vera, presidente de la Asociación de Víctimas del Vuelo JK5022.
Ciudadanos ha declinado realizar declaraciones sobre su oposición, ni tampoco ha asegurado que se deba a la rivalidad con el partido de Pablo Iglesias. Simplemente en la formación naranja aseguran que no creen que sirva para mucho. “Creemos que puede defraudar las expectativas de los afectados, porque la comisión no va a poder cambiar el fallo judicial y pensamos que no hay que provocar más dolor sobre este tema”, indican fuentes de Ciudadanos a Merca2. Si bien es cierto, mantienen oculta su decisión final hasta este martes.
De igual forma piensa el PP, que previsiblemente volverá a abstenerse. Sus anteriores mayorías absolutas han impedido esta investigación. Los populares consideran que una década después “no tiene mucho sentido” pedir responsabilidades políticas.
El PSOE, el partido del Gobierno en 2008
Algo que al PSOE no le ha importado. Su negativa hubiera dejado en evidencia al partido por dos razones. La primera porque Pedro Sánchez apoyó esta reivindicación durante la campaña de las primarias. Y su imagen quedaría tocada si decide negar el apoyo.
Y la segunda, por una cuestión de igualdad entre víctimas. Los socialistas gobernaban cuando ocurrió el accidente. Nunca quisieron una comisión de investigación. Sin embargo, su apoyo a la comisión del accidente del Alvia en Galicia les obligó a hacer lo propio con esta otra y, por tanto, a que los responsables socialistas como la exministra de Fomento, Magdalena Álvarez, tengan que compadecer para dar explicaciones.
«Vamos a votar favorable en un ejercicio de apoyo y comprensión a la asociación de víctimas por su labor con la seguridad aérea», señala Sebastián Franquis Vera, diputado del PSOE. Este se muestra, además, comprometido con la transparencia «porque no tenemos nada que ocultar».
El resto, PNV, Podemos, Grupo Mixto y Esquerra Republicana previsiblemente votarán que sí. La incógnita será C’s, quienes también se juegan sus votos en las Islas Canarias, donde actualmente cuentan con dos diputados.
Más allá de las responsabilidades políticas
En 2011, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) emitió un informe de 308 páginas en las que principalmente se señalaba al fallo humano como culpable del accidente. Algo que depuraba responsabilidades en Spanair, el fabricante del avión –Boeing–, Aena y el Gobierno.
Pero exigir responsabilidades políticas no es el fin de esta comisión. Las familias de las víctimas del accidente de Spanair lo que buscan es un ejercicio de reflexión y aprendizaje. “De esta tragedia, España no ha aprendido nada. Ni siquiera hay un cuerpo de inspectores de vuelo”, denuncian. “Se sigue haciendo mal todo lo que se hacía en 2008. Parece que solo van a despertar con otro accidente”, señala.
¿Realmente no ha cambiado nada? Desde el punto de vista de la seguridad “aún hay mucho que mejorar”, indica el decano del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (Copac), Carlos Salas. Este apuesta por la creación de un organismo multimodal de investigación independiente, que contribuya a la prevención de futuros accidentes. También ven con buenos ojos la creación de un cuerpo de inspectores «formado por pilotos con la cualificación y competencias adecuadas”.
Por eso, la Asociación de Víctimas del Vuelo JK5022, que representa a 90 familias, pide esta nueva investigación para que se lleven a cabo las reformas necesarias para conseguir que volar sea más seguro.
Sin embargo, no todos opinan igual. Ciudadanos cree que “los datos indican que estamos en el momento de mayor seguridad en la historia de la aviación en todo el mundo”.
Una cadena de errores
Como en muchos accidentes aéreos, la verdad de lo ocurrido oculta una serie de errores técnicos y humanos que no siempre son reconocidos. Para empezar, el avión de Spanair tenía una avería en el relé que derivaría en un fallo en cadena. La avería en el calefactor de la sonda de temperatura afectó a otro sistema fundamental, el TOWS, que alerta de una configuración inadecuada para el despegue, y que viene alimentada por el mismo relé.
Aquí empieza un error al que se suman otros como el hecho de que los técnicos de mantenimiento solo parchearon la avería para que el avión pudiese despegar, la falta de supervisión por parte de los inspectores o el fallo de la administración a la hora de otorgar el Certificado de Aeronavegabilidad. En este caso, el certificado del avión expiraba el 22 de julio, momento en el que correspondía renovar a través de una inspección. Sin embargo, se decidió prorrogar hasta el 22 de agosto. Justo dos días después del accidente.
Desde el Sepla y el Copac se sigue alertando que algunos fallos se pueden repetir en el modelo McDonnell Douglas de Boeing. Actualmente, muchas compañías usan aviones de este fabricante, como Ryanair, por ejemplo. Eso quiere decir que muchos de los aviones que operan actualmente pueden acabar dando el mismo error si no se corrige.
Con esta comisión, desde el Copac esperan que «se puedan aclarar todas aquellas cuestiones que rodearon un suceso tan dramático como fue el accidente del JK5022, pero no solo los aspectos directamente relacionados con el vuelo, sino los factores sistémicos y organizacionales que siempre están presentes en un accidente».
Spanair y Alvia, dos accidentes unidos por una comisión
De aprobarse finalmente la comisión de investigación de Spanair, esta se sumará a otras cuatro puestas en marcha esta legislatura, entre ellas la del accidente ferroviario del Alvia. Se aprobó el pasado septiembre, pero a día de hoy aún no ha sido constituida. “Cuatro meses después está paralizada. No hay presidente ni mesa”, denuncia Jesús Domínguez, portavoz de la Plataforma Víctimas Alvia 04155, quien espera que el presidente no sea del PP. Algo lógico teniendo en cuenta que este fue el único partido que votó en contra de la comisión.
De hecho, este lunes la Asociación Plataforma Víctimas Alvia entregó en el Congreso cartas dirigidas a la presidenta y miembros de la mesa del Congreso de los Diputados para exigir activación de la comisión de investigación parlamentaria, además de solicitar una reunión con Ana Pastor.
En este caso, desde la plataforma si exigen que se depuren responsabilidades políticas en un accidente que causó 81 muertos y 150 heridos en junio de 2017. “Haga todo lo posible para que se constituya la comisión de investigación sobre las causas del accidente de Angrois, para que se investigue a fondo, se esclarezca la verdad y se depuren las posibles responsabilidades políticas”, explican en la carta dirigida a Pastor, que en el momento de la tragedia era la ministra de Fomento.
Y así el interés político es el que marca la agenda de los familiares de las víctimas. De aprobarse la comisión del accidente de Spanair, esta podría correr la misma suerte que la del Alvia. Es decir, eternizarse en el tiempo hasta que algún partido político intente ponerla en marcha. Porque al final, aunque estas tragedias no tengan color político, esclarecer la verdad es un compromiso que depende de los políticos.