En España los consumidores tenemos la suerte de tener a la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) velando por nosotros. ¡Podemos estar tranquilos! O bueno, mejor dicho, podríamos … ya que el organismo día tras día hace el más estruendoso ridículo y queda en evidencia permanente con sus decisiones.
Los motivos son varios, en primer lugar, unas élites políticas que se jubilan de manera generosa, y por manifiesta incompetencia o por motivos políticos, no permiten hacer su trabajo a los técnicos responsables. El organismo está presidido por José María Marín Quedama, de 68 años de edad, al que hace algunas fechas bautizamos como Super López; “el superregulador” , ya que no es sino una caricatura de quién debiera ser.
En segundo lugar, la inspección. No siempre, por supuesto, pero algunos inspectores realizan trabajos que son escandalosos a ojos de los propios técnicos de la CNMC, que los reciben con perplejidad. Por decirlo finamente, al analizar los detalles de las actas de inspección, se ve una sorprendente lejanía de la neutralidad y defensa de los interés colectivos, y una sorprendente cercanía con las tesis de las empresas que inspeccionan. Ante ello, poco puede hacer el personal de la CNMC. Apenas obviar esos sorprendentes informes, quejarse y exhibir perplejidad.
Es destacable también la sensación de los últimos meses de parálisis a la espera de que se haga efectiva la división del organismo. El Partido Popular y Ciudadanos llegaron hace un año a un acuerdo para ello pero como las cosas de Palacio van despacio (sobre todo si el Palacio es la administración pública), pues ya se sabe. Están trabajando en ello.
Si todo lo anterior no fuera suficiente, la guinda al pastel la pone el desastre jurídico del organismo. Una vergüenza para el país, el Gobierno y una situación jocosa para organismos similares en Europa. La CNMC posiblemente ostenta el record mundial de fracaso en los tribunales de justicia. Todas las sanciones impuestas a las empresas se recurren sistemáticamente, el resultado casi siempre es el mismo. Un estrepitoso fracaso por parte del organismo. Si la CNMC no pierde un recurso se puede montar una fiesta en la calle Alcalá. Algunas sanciones se anulan por indefensión de las empresas o por defecto de forma. Ridículo y surrealista. Algunas voces dentro de la CNMC piden externalizar los servicios jurídicos en busca de un mayor interés por ganar recursos.
La CNMC ha impuesto desde 2013, un total de 272 sanciones por valor de 914,66 millones de euros. Lo recaudado apenas supone el 3% de esa cantidad
Desastre de las multas CNMC
Compañías como Repsol, Vodafone, Telefónica y Orange han visto como multas por valor de más de 200 millones de euros, han sido anuladas por la Audiencia Nacional. No es extraño. En los últimos tiempos han sido otros muchos casos: Mediapro, Real Madrid, FC Barcelona, Racing de Santander, Sevilla FC, Transmediterránea… la lista es casi tan ridícula como interminable.
Ahora se añade a la lista Valoriza (Sacyr). La Audiencia Nacional acaba de anular una multa de la CNMC por 15,2 millones de euros. En aquel momento para el ente regulador se trataba de un “complejo cartel detectado” y recibió una de las mayores multas impuestas hasta entonces. Aquél “cartel” también incluía a Urbaser, entonces aún filial de ACS, FCC y Cespa (Ferrovial). Queda por resolver el recurso de las últimas, pero lo tienen prácticamente ganado tras la resolución de Sacyr, que abre el camino de la anulación de su multa.
La Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo han revocado en los últimos años más de 50 multas impuestas por competencia.
Ejemplo de algunas multas de la CNMC anuladas:
– 20 Millones de euros a Sacyr 2015
– 20 Millones de euros 2015 a Repsol
– 22,6 Millones de euros a Repsol, quedaron en nada por un error formal
– 25,7 Millones de euros Telefónica de euros en 2014. Según los tribunales la decisión de la CNMC era «discriminatoria»
– 120 millones de euros a varias telcos. Telefónica Móviles debía abonar un total de 46,5 millones de euros; Vodafone, 43,5 millones de euros, y Orange, 30 millones de euros. Todo quedó en agua de borrajas.
– “El Cartel de los palés” (En el departamento de prensa de la CNMC han debido ver “Narcos” hace poco, todo para ellos todo son “carteles”). La Justicia anuló multas a veinte empresas del sector de la producción de palés por valor de casi 5 millones de euros por un error de procedimiento: ¡no se les dió traslado para hacer alegaciones cuando la CNMC hizo un cambio de calificación!
La CNMC justifica la ínfima proporción de sanciones cobradas ya que las compañías recurren de manera sistemática. ¡Cómo para no hacerlo, si los abogados del Estado son incapaces de ganar ni una! Entre el 80 y el 90% de las resoluciones acaba en la Audiencia Nacional. Los procesos judiciales de recursos y contrarrecursos, hasta llegar a una decisión definitiva, pueden durar hasta ocho y diez años.
Por supuesto todo esto no importa, ya que el dinero público no es de nadie, y las constantes notas de prensa anunciando multas (que luego, años después se ve que eran pura ficción), generan la ilusión de que el organismo funciona y los consumidores podemos estar tranquilos.
Nadie dimite. Nadie es responsable en la CNMC. Nadie da la cara. Aunque el súmmum de esa situación no es de ahora, llegó hace un año, cuando hubo que refacturar el recibo de la luz de 2014 a 2016 a trece millones de hogares, y ni siquiera, aunque fuera por vergüenza torera, se cesó o dimitió el Secretario de Estado.