La reina Letizia vive en la constante dualidad de ser humana o divina, ser aristócrata o ser ciudadana, ser periodista o ser Reina. Al fin y al cabo, tiene claro que su vida ya no es la de antes por muchas normas que le hayan venido impuestas, eso sí: humana, aristócrata y Reina de España, ahora es ella quien pone las normas, no solo las de dentro de Zarzuela sino también las de fuera.
2Letizia y los desahucios
Con un traje de chaqueta tweed en dos piezas, doña Letizia, aún princesa de Asturias, sale de la Casa de la Caridad de Valencia, lugar al que acudió en noviembre de 2013. La Casa de la Caridad es una entidad con más de cien años de historia y en la que se sirven más de 1.000 raciones de comida al día para los más necesitados.
La entonces princesa de Asturias no solo se interesó por la labor de la institución y la realidad social de la zona menos privilegiada de Valencia sino que además no dudó en saltarse el protocolo ante la llamada de una señora desesperada por su situación familiar y económica. Pilar Albert, en un acto de naturalidad, la llamó por su nombre y le habló de tú, explicándole que sus hijos estaban en paro, que estaban a punto de desahuciarla y que su empresa familiar estaba en las últimas por las deudas. Letizia la escuchó, le pidió paciencia y le auguró que todo se terminaría arreglando.