Meter la pata hasta el fondo no es lo más recomendable cuando tu misión es satisfacer al consumidor. Es cierto que todos podemos cometer errores, pero una cosa es tener una pequeña equivocación (y rectificar, claro está), y otra meter la pata como le ha ocurrido a Mercadona en más de una ocasión.
Aún así, a pesar de cometer esos errores tan grandes, Mercadona sigue siendo el supermercado número uno en España, aunque luego sus productos no sean cien por cien españoles. A continuación vamos a conocer las veces que Mercadona metió la pata hasta el fondo, muy muy al fondo.
1Mercadona despide a dos trabajadoras por comer un saladito
Hace unos años Mercadona se vio envuelto en una de sus polémicas más graves, el despido de dos trabajadoras por el simple hecho de haber consumido un saladito al acabar la jornada laboral. Esto ocurrió en Jerez de la Frontera (Cádiz), una de las ciudades españolas con el índice de paro más alto.
Según contaron las trabajadoras, María Ángeles García y Patricia Cecilia Román, los hechos ocurrieron al final de la jornada, cuando estaban a punto de cerrar las puertas del supermercado. María Ángeles le confesó a Patricia que estaba agotada del día tan ajetreado que habían tenido y entonces fue cuando su compañera le ofreció un saladito que estaba destinado a la basura. El producto, que tiene un precio de 15 céntimos, le costó el trabajo a estas dos mujeres.
Seguramente seguirían trabajando ahí si la coordinadora no se hubiera percatado de lo ocurrido. Les hizo firmar a ambas un papel en el que se contaba lo que había sucedido ese día. Unos días después les comunicaron que estaban despedidas por saltarse el artículo 34 del convenio colectivo, que se refiere al robo.
María y Patricia hicieron una jornada de protesta en la puerta de este Mercadona buscando una solución. ¿Cuál fue la respuesta de Mercadona? Declaró los despidos como improcedentes, pero no las readmitieron.