No hay día en la Casa Real este nuevo año en el que el rey Juan Carlos I no sea noticia por algo ajeno a su posición de Emérito, el papel de Corinna es curioso en todo esto. El pasado mes de diciembre, la periodista Pilar Eyre revelaba, sin miedo a equivocarse (o a recibir un toque real), que el padre del Rey de España tenía, al menos un hijo más. En este caso, una hija, ya una mujer que rondaría los 40 años.
De sus bastardos vástagos a sus líos de faldas, Juan Carlos I es genio y figura. Cercano, campechano y mujeriego. Tres adjetivos que avalan la posición del patriarca de la Casa Real pasado de los 80 y que hoy recibe el mazazo definitivo con la publicación de un libro que lo dibuja, prácticamente, como un anciano sin capacidad de defensa física o argumentativa.
2Botsuana, un punto de inflexión en la vida de Juan Carlos I
El pasado martes 16 de enero, la periodista Ana Romero publicaba ‘El rey ante el espejo‘ (Esfera de Libro), una obra que recoge testimonios, hasta ahora desconocidos, sobre insólitos acontecimientos que probablemente propiciaron la abdicación del Rey Juan Carlos I. No es ningún secreto que el accidente que sufrió en Botsuana mientras cazaba elefantes a escondidas del gobierno (y del país), fue detonante para que el ahora Emérito replantease oficial su postura frente a la Casa Real.
No por las graves consecuencias de su gamberrada sino porque a partir de ahí, los medios de comunicación decidieron levantar las alfombras de palacio detallando punto por punto las aventuras, incluso sexuales, del que había sido Rey de España durante casi cuarenta años. El nombre de Corinna llegó entonces a nuestras vidas. Lo que nunca había llegado hasta ahora es una inquietante anécdota que desvela una colección de terribles humillaciones.