lunes, 25 noviembre 2024

La vergüenza de las startups españolas: mucho marketing y apenas facturan nada

Cuando conocemos la existencia de una startup, una de las principales incógnitas para los periodistas -y para los inversores- es su modelo de negocio y cómo tiene pensado monetizar. Del lanzamiento de un producto mínimo viable a que una empresa emergente empiece a conseguir ingresos va todo un mundo. Y si hablamos de una startup de cierto recorrido que sea capaz de aumentar su facturación año a año, quizá ya estemos pidiendo mucho.

Muchas son las compañías españolas que cierran rondas y rondas de financiación sin haber conseguido un solo euro o encontrado un modelo de negocio que les permita alcanzar el break even o -palabras mayores- la rentabilidad. Eso sí, se muestran sin cesar como proyectos y profesionales de éxito en medios de comunicación. Mucho marketing, pero ¿lo acompañan los ingresos?

Es un secreto a voces. Las startups españolas tienen un gran problema para facturar, un ‘defectillo’ que resulta aún más grave si se pone en contraste con la facilidad de sus vecinas para vender e incrementar sus ventas de forma interanual. No solo lo decimos nosotros, también lo señala Deloitte.

La consultora ha publicado hace unos días su informe Technology Fast 500 para EMEA (Europa, Oriente Medio y África), un ranking que reconoce a aquellas empresas emergentes de base tecnológica que han experimentado mayor crecimiento durante los últimos cuatro años en estas regiones, unos cuatro años en los que el ecosistema emprendedor español se ha vendido como la panacea en medio mundo. Deloitte también cuenta con versiones de su Technology Fast 500 para Norteamérica y Asia y lleva 17 años elaborando este trabajo. No es precisamente una novata en identificar empresas TIC con proyección.

El criterio para aparecer en este listado es simple: se muestran aquellas empresas de base tecnológica que han aumentado más sus ventas entre los ejercicios 2013 y 2016. Las startups que forman parte de la lista han elevado su facturación entre el 220 y el 10117 por ciento. ¿Cuántas de las 500 compañías tecnológicas de EMEA con mayor crecimiento crees que son españolas? ¿Qué cifra dirías? Puedes hacer tus apuestas dejándote guiar por todas las bondades que has oído sobre el emprendimiento en España y te equivocarás seguro.

Del medio millar de startups tecnológicas de Europa, Oriente Medio y África que más han incrementado su facturación únicamente una es española. Sí, solamente una. Y para encontrarla hay que descender nada menos que hasta el puesto 453. Allí se ha posicionado Nice People at Work, con un 247% de tasa de crecimiento. Esta organización con sede en Barcelona se dedica al ámbito de la inteligencia de negocio y el Big Data sirviendo a la industria del vídeo online. La empresa ofrece analíticas a productores de vídeo, operadoras, telcos y empresas de medio con el fin de que tengan más información para tomar decisiones de negocio, operacionales y técnicas. Nuestras enhorabuenas a NPAW por haber conseguido estar entre las elegidas de Deloitte y aumentar sus ventas año tras año.

Nice People at Work está absolutamente sola en un crisol de startups de distintas procedencias. Es la única representante nacional y eso nos hace no solo pensar que hay que dar un tirón de orejas a los emprendedores españoles, pero también al resto de jugadores del ecosistema. Algo estamos haciendo mal. A alguien parece habérsele olvidado que las startups también tienen que fijarse como objetivo hacer caja y no solo vivir de inyecciones de capital para que la rueda siga girando. Quizás tanta burbuja no les haya dejado ver el bosque. Las comparaciones son odiosas, pero Francia tiene a 97 startups en el listado y Reino Unido 92. Sí, casi un 20% son galas y otro 20% son británicas. De Europa Central provienen 62, de Holanda 50, de Alemania 24, de Turquía 23, de Finlandia también 23, de Israel 20 y de Bélgica otras 20. Italia y Portugal cuentan con 8 representantes cada una y hasta la fría Islandia tiene 4 empresas en el ranking. España es el farolillo rojo y es el único país, junto a Austria, que tiene una única startup en el listado.

Deloitte repetirá su informe justo dentro de un año. Ahí está la oportunidad. Hay tiempo suficiente como para ponerse las pilas y empezar a pensar en cifras. Cifras de las buenas. Hay margen de sobra para enfocarse en el dinero que llega de los clientes y cómo atraerlo y no en el que llueve de los inversores cuando se está cerca de la sequía. Quizá haya que usar a Deliveroo como espejo donde mirarse. La startup británica para enviar comida a domicilio encabeza la lista de la consultora. ¿Qué han hecho? Su canguro ha conseguido dar un increíble salto en los últimos cuatro años y aumentar sus ingresos un 107117% desde 2013. Y parece que aún les queda hambre para rato.


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